La economía de todos los días, la economía real como la llaman los especialistas existe sin dudas en el almacén de la esquina y en la panadería del barrio. Saber qué pasa en esos escenarios que todos conocemos muy bien es una manera de "tomarle" el pulso al país.
Anoche en el programa Sin Vueltas (Play TV) el presidente de la Cámara de Panaderos, Eduardo Capeletto y el presidente de la Cámara de Almaceneros, Roberto Martínez coincidieron en la necesidad de que las autoridades aumenten los controles para eliminar la competencia desleal y remarcaron que el consumo bajó en los últimos meses.
Para Martínez las ventas se han retraído visiblemente, “sin dudas la inflación le gana al sueldo, además el clima económico no es bueno, hay cierta apatía, negación”.
Señaló que “el congelamiento de precios tal vez se puede dar en Buenos Aires o el gran Buenos Aires, nosotros recibimos lista de precios todas las semanas con aumento. El cliente ya sabe lo que pasa, y compra menos y los sectores con menos ingresos son los que sienten más la situación”.
A su vez Capeletto se mostró preocupado por la suma de los insumos en especial la harina, “hay aumentos permanentes e importante, y nosotros somos el último eslabón de la cadena, ponemos la cara al final con el cliente”.
En cuanto al bajón en el consumo aseguró que se nota en la venta diaria, “sin dudas la gente busca los productos, saben elegir y piensa cada compra mucho más pero también a veces se da un gustito”.
Sobre el controvertido tema de la competencia de las grandes cadenas o bocas de venta Martínez afirmó que siempre corren con ventaja sobre los pequeños comerciantes, “pero supimos adaptarnos de distintas maneras a los tiempos. Recuerdo que en el 2007 iniciamos la campaña para proteger a los negocios de la ciudad. Debemos tener en cuenta que esas cadenas sacan sus ganancias, los pesos se van, no quedan en Esperanza. Vimos en su momento que se podía regular su ingreso, el Concejo estudio el tema en el 2010, luego pasó a Planeamiento en el Municipio y quedó en la nada”.
Capeletto agregó que “necesitamos más apoyo de las autoridades, una alternativa es regular la cantidad de establecimientos, hay más de 60 panaderías en Esperanza, muchas de ellas sin el menor control. Además todas las despensas venden productos de dos o tres panaderías. La Assal por ejemplo controla a nivel provincial, pero a nivel local no hay nada, eso está a la deriva. Siempre parece que somos los mismos los controlados –señaló el presidente de la cámara-, hay mercadería que no sabemos de dónde proviene, sin rótulos, eso da bronca, sobre todos a los que hacemos las cosas bien”.
Martínez también puso énfasis en el tema de los controles, “sin dudas se necesita mayores controles por parte del municipio y de bromatología y debe ser igual para todos. Otro inconveniente que vemos es la distancia que debe haber entre locales y el número de los mismos –manifestó el almacenero-, sabemos que en muchos casos se busca una salida laboral, pero hay que poner un poco de imaginación, se pueden hacer muchas cosas, estudiar, aprender un oficio. Planteamos este problema en el Cicae en su momento”.
Al hablar de estadísticas que manejan Capeletto estimó en 80 la cantidad de panaderías y lugares de elaboración diaria de pan aunque aseguró a sólo 50 están autorizadas y registradas como comercio, el resto es parte de la economía informal que no es controlada por el estado. Martínez por su parte estimó en 600 la cantidad de despensas y puntos de ventas en comercios, locales improvisados y hasta casas de familia, donde también estimó que muchas están con el "permiso provisorio" de inicio comercial desde hace muchos meses.
Ambos dirigentes coincidieron en que las perspectivas no son de las mejores, “los precios siguen aumentando, la relación con los clientes es buena, sabemos que el fiado en los almacenes es importante pero para nosotros no hay fiado, cuando bajan la panadería debemos pagar, y nos hacemos cargo de esa situación“, señaló.
Redacción Rubén Cofini - Fotografías Sebastián Vernazza Play TV