En esa línea explicó que la suba impositiva fue uno de los elementos que más repercutió en el valor final del gas ya que "el impuesto hídrico y el impuesto a la transferencia de combustibles que anteriormente se calculaban sobre el costo del transporte y la distribución, ahora se cobran sobre el valor unificado del gas".
"Empezamos a recibir las facturas y realmente nos llevamos una sorpresa impresionante. De hecho se está pagando bajo protesta y hasta ahora no hemos tenido ninguna solución favorable. Al unificar, el gas en boca de pozo que aumentó un 300 por ciento, terminó derivando en un incremento de cerca de 1 peso por metro cúbico", explicó.
Schneider sostuvo que los aumentos se fueron dando paulatinamente, y de manera desprolija ya que las distribuidoras (Litoral Gas) tampoco tenían información sobre cuál iba a ser el impacto en la facturación. Por este motivo, contó que los expendedores de combustible se encuentran preocupados, y a nivel país se está protestando con cartas documento sobre las nuevas imposiciones.
"Porque independientemente de que aumentó el gas en boca de pozo, que ya es un disparate, este aumento de impuestos es otro disparate. Lo que no sabíamos era exactamente cuanto iban a facturar porque ni Litoral Gas lo sabía. El aumento de los impuestos es lo que nos tomó totalmente por sorpresa", expresó.
El empresario resaltó además que debido a los incrementos mencionados, el precio minorista debería haber sido mucho mayor, pero que sabiendo que el mercado y los consumidores se encuentran golpeados, los dueños de las estaciones decidieron absorber parte del impacto.
"El aumento debería haber sido más alto, pero no se hizo porque no se puede hacer. Cambiaron las condiciones del negocio, y no se puede trasladar este aumento, porque es un insumo, y después están todos los gastos operativos de la estación, los empleados, los impuestos, la energía eléctrica, etcétera", indicó y agregó: "Las estaciones hemos hecho un esfuerzo enorme para no trasladar este precio, y que no lo sienta tanto el cliente".
"El aumento impositivo generó una distorsión muy grande. Antes el insumo del gas representaba un 20 o 25 por ciento del costo en la estación, y ahora pasó a ser del 65 por ciento. Con lo cual, si se quisiera trasladar ese incremento, habría que vender el gas a 15 pesos, y no lo compraría nadie", reflejó.