El presidente de la Sociedad Rural Las Colonias, Diego Alonso, criticó duramente y planteó el descontento del sector productivo ante la decisión del gobierno nacional de intervenir la empresa Vicentín y buscar su expropiación.
En diálogo con la CSC Radio, Alonso recordó que “desde diciembre del año pasado había preocupación por la falta de pago y el default en que había entrado la empresa lo que afectaba a muchos productores de la zona, pero todo transitaba por un carril normal” y planteó “la necesidad de preguntarse porqué se llegó a esta situación de tamaña deuda en una empresa sin que los organismos de control, como la Bolsa de Comercio o la Bolsa de Cereales, detectaran que la empresa podía entrar en este problema”.
De todos modos, afirmó que “llegada esa situación se estaba produciendo el proceso legal correspondiente, la empresa tenía ofertas para ser comprada y hacer frente a su deuda liquidando los activos que tiene, pero lo que sería un proceso normal ahora se interrumpe con esta decisión del gobierno nacional”.
En ese sentido, aclaró que “esto implica nacionalizar 1.300 millones de deuda, es decir que los argentinos tendremos que poner esos 1.300 millones de dólares o bien Argentina tendrá ese monto de deuda, más lo que tendrá que pagar por lo que no es deuda, porque no creo que se la den gratis a la empresa”.
“Esto no es normal en un país que tiene leyes y que hace cumplir las leyes, por eso la producción agropecuaria de las Sociedades Rurales, Carsfe y CRA están en total desacuerdo con esta situación que se da”, advirtió el dirigente.
Asimismo, planteó que “no se puede interrumpir un proceso legal” y lamentó que “si bien los argentinos estamos acostumbrados a no cumplir las leyes pero quien no cumple la ley en este caso es el gobierno porque ya había en marcha un proceso legal buscando pagarle a los acreedores”. “Habrá que ver ahora de qué forma el Estado nacional le paga a los acreedores que tiene la empresa”, alertó.
CUIDEMOS LAS FORMAS REPUBLICANAS Y DIVISIÓN DE PODERES
Lo vemos con preocupación porque hay una línea orientativa del Gobierno para avanzar sobre las empresas privadas, y la historia demuestra que los avances del Estado no han sido positivos.
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— CRA (@CRAprensa) June 9, 2020
En este contexto, planteó que “para nada esto tomó por sorpresa sino que por el contrario se oía desde hace varios meses” y criticó que “está un poco en el gen peronista estatizar empresas que después no paga y que son un mal ejemplo de administración como fue YPF, Aerolíneas Argentinas o los trenes en la época del General (Juan Domingo) Perón que eran un lujo en cuanto a organización, horarios, mantenimiento y que entre Perón y (Carlos) Menem se encargaron de destruir y hacer desparecer”.
“Está en el gen del peronismo tener estas actitudes de nacionalizar empresas y decir que lo hacen por el país o por la soberanía alimentaria, pero habrá que ver si dentro de unos años esto produce algún tipo de precios diferentes sobre los alimentos”, reiteró.
“El gobierno se pone en paladín de la custodia de la mesa de los argentinos cuando el principal problema del costo de los alimentos es el gobierno con sus impuestos. Esto es una mentira más de este gobierno y ojalá que todos nos demos cuenta porque esta situación no nos va a llevar a buen puerto”, sentenció.
Advirtió además que “la producción ha hecho sentir su descontento y también la oposición política porque es algo totalmente incorrecto e ilegal, que raya con lo inconstitucional; es no cumplir con las leyes que hay en Argentina y estos gobiernos están muy acostumbrados a eso” y lamentó que “a esta deuda la paga el Estado”.
“Ojalá esto no sea un acuerdo para meter a sus secuaces como nos acostumbró siempre el peronismo, que ubica amigos en las empresas o a dar trabajo y que en unos años no tenga el doble de empleados que cobren el sueldo sin trabajar. A lo mejor sea la empresa cerealera agroexportadora para que los productores peronistas –si los hay- puedan vender; de mi parte le voy a recomendar a todos los productores que tienen soja que no trabajen con Vicentín mientras sea estatal porque no corresponde que una empresa estatal maneje parte de la producción de granos, ni los precios”, sentenció.
“Se meten en un mercado que estaba bastante bien organizado y que era de lo más transparente que tenía la producción agropecuaria, lo cual es mucho decir, y era bastante prolijo el manejo del mercado de la soja, pero el gobierno se acaba de meter en eso con un relato mentiroso sobre la soberanía alimentaria o la mesa de los argentinos, que es un relato propio del peronismo”, fustigó.
En tal sentido, Alonso se preguntó “por qué el gobierno no se mete con los frigoríficos” y opinó que “no son buenas las intenciones del gobierno nacional y hay atrás toda una ideología del Partido Justicialista de estatizar. No se entiende cual es la idea de un gobierno que se quiere meter en la comercialización de granos, esto no ocurre en ningún país del mundo”.
Agregó que “esto hace pensar que el día de mañana el gobierno pueda hacer lo mismo con la gran cantidad de empresas que en esta crisis, y más con la pandemia, van a estar en la misma situación”. “Hay que rechazar de plano esta situación, a los productores y a las rurales confederales no nos gusta esta situación porque se han metido con algo que no corresponde, y no es bueno que ocurra eso en Argentina”, sentenció.
Mencionó que "se habla que será YPF Agro quien administrará Vicentín, pero también es una empresa fantasma porque tiene 1.000 millones de dólares de capital y como 8.000 millones de dólares de deuda, es decir que los que compraron y los que van a administrar son peores que los que estaban". Consideró además que "si Vicentín no era viable y tenía que vender todos sus activos para pagar sus deudas, debería haberlo hecho, porque de este modo siempre se sigue esperando a que el Estado salve las empresas. Lo mismo pasó con Sancor, que iba a pedirle plata a todos los gobiernos hasta que vino Chávez y ahora Sancor prácticamente desapareció".
Por último, planteó que "esto es una cuestión ideológica del peronismo, que le gusta ser dueño de cosas, manejar mercados e intervenir, y no creo que llegue muy lejos porque las ideologías en las empresas no van sino que los que cantan en las empresas son los números: cuando ganás plata te va bien y cuando no ganás, te va mal".
"El gobierno no puede ser dueño de las empresas agroalimentarias del país, y no puede hacerse cargo de todas las deudas ni nacionalizar todas las empresas porque ahí sí nos pareceríamos a Venezuela. Es ideológico el tema y de mi parte voy a aconsejar a los productores que no trabajen con Vicentín cuando sea del Estado porque no corresponde que e Estado esté metido en la comercialización de granos", concluyó.