(La Voz) - Se sabe que el verano es sinónimo de festivales de folklore y una charla con el Dúo Coplanacu no podía no tocar el tema. “El folklore tienen algo que lo eleva y también lo mata: el amplio rango de admisión desde el más grotesco hasta el más profundo. Por eso hay también tanta cosa…” reflexiona Julio Paz mientras es interrumpido por el vozarrón de Roberto Cantos: “¡Fiera!”, exclama y desata la carcajada general.
“Los festivales son como un abuelo que le perdona todo a los nietos. Ahora estuve viendo Jesús María y algunos daban pena”, completa Paz. Para Cantos los festivales están desnutridos de artistas que tengan propuestas propias, sólidas y que no sean clones. Una realidad incuestionable.
En el Festival de Doma y Folklore, los Copla estaban programados para el jueves que finalmente se suspendió por la lluvia y en Cosquín actuarán este sábado, en una noche con interesantes propuestas como la del Chango Spasiuk, José Luis Aguirre, Horacio Banegas y La Callejera, entre otros. “En Jesús María ni atinaron a reprogramarnos, ya estamos acostumbrados. En Cosquín se fue equilibrando un poco, hubo épocas terribles. Y por eso fue el auge de las peñas”, explica Cantos.