Después de la Santa Misa que presidió el Pbro. Lic. Olidio Panigo, Delegado Episcopal para la Basílica Ntra. Sra. de Guadalupe y Asesor del Equipo Arquidiocesano de Pastoral Familiar el Pbro Luis Brizzio, párroco de la Basílica de la Natividad dio lectura a un Compromiso Cívico - Ecuménico a favor de la vida.
El mismo está firmado por el Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, Monseñor José María Arancedo, el Pastor Jorge Buschiazzo, de la Iglesia Evangélica Luterana del Río de la Plata y el P. Alejandro Saba de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa San Jorge del Patriarcado de Antioquía y los dirigentes políticos en función ejecutiva o legislativa: la Intendente Municipal Ana María Meiners, el Senador por el Dpto. Las Colonias CPN Rubén Pirola (PJ), el Diputado Provincial (UCR-MC) CPN Carlos Fascendini, todos los Concejales actuales (de la UCR: Rafael De Pace, Abog. Andrés Grenón, Lic. Cristian Cammisi y Andrea Martínez, del PJ: Médico Víctor Elena, de PRO Hugo Becchio y del PDP Prof. Gabriela de Oggioni) y los dos Concejales (PJ) que culminan su mandato María Rosa Theler y José Andreoli.
Este documento incluye el deber de amar y cuidar la Vida como Don y Responsabilidad. Aquí algunos de los párrafos del Compromiso Cívico Ecuménico que destacamos:
"En los últimos treinta años las normas éticas concernientes al respeto de la vida y la importancia de la preservación del núcleo familiar se han venido deteriorando paulatinamente.
Hoy la vida está muy amenazada por los diferentes tipos de adicciones, por la pobreza y la marginalidad, y por diversas formas de violencia en las que muchas personas ven en peligro su existencia; particularmente, el aborto que amenaza la vida recién concebida. Queremos afirmar juntos: cuando una mujer está en estado de gravidez, no es solamente una vida la que hay que proteger, sino dos, la de la madre y la de su hijo o hija en gestación. Ambas deben ser preservadas y respetadas por toda la comunidad.
La vida, don valioso, es, sin embargo, un don frágil, para cuidar, y que pasa por etapas en las que se ve amenazada. Necesita del cuidado amoroso conjunto del padre y de la madre y de la protección necesaria en atención a su vulnerabilidad y pequeñez. Recordemos el testimonio de las parteras hebreas cuyos nombres conserva el texto sagrado. Estas mujeres son modelo del cuidado de la vida particularmente amenazada y son reflejo de la protección del Señor, origen y garantía de la existencia y subsistencia de su pueblo (Ex 1, 7. 15-22). Vivir es una obligación que tenemos hacia nuestro Creador y hacia los demás. Nuestra existencia no está asegurada por nuestro propio poder, sino que requiere del cuidado constante y la confianza de los demás. Nuestra obligación es sostener la vida, aunque ella esté desafiada constantemente a dificultades.
Como creyentes queremos sostener y promover el valor del derecho a la vida y de su dignidad. Lo hacemos apoyados en nuestra fe en diálogo con la ciencia, como personas que amamos la vida que Dios nos ha regalado; y en consonancia con iniciativas cristianas e interreligiosas a favor de la vida en nuestro continente.
Celebramos todas las medidas adoptadas acerca del cuidado de las mujeres embarazadas, en particular las que se encuentran en estado de marginalidad o dificultad grave para asumir su situación. Nos comprometemos a cuidar siempre la vida y a colaborar para que tanto el niño como la madre sean respetados.
Invocamos la protección de Dios, fuente de la vida, para que ilumine a los legisladores y a todos los que tenemos la responsabilidad de proteger cada vida humana."
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