Malatesta, oriundo de Santa Fe, leyó parte de su último libro “La estrella roja y otros poemas” y dijo haber recibido “con alegría” la invitación de FRD porque “nunca había leído en Esperanza, a pesar de estar viviendo muy cerca”. Contó que este año lo hizo “en Buenos Aires y San Luis, y Esperanza era algo que faltaba”.
Por su parte, el esperancino Geese presentó algunos de sus trabajos inéditos y leyó un poema dedicado a Gastón Gori. “Como vengo del mundo de la canción y había leído el libro de Gori de “La Forestal” le había hecho una introducción poética y una letra de una chacarera a ese tema. Como está publicado en un libro que se llama “La fuerza de los impávidos” decidí leerlo porque me encanta poder recordar a un escritor como es Gastón Gori”, explicó.
Sobre la selección del material ante este tipo de invitaciones, comentó: “A veces uno se encuentra con poemas que le gusta leer en eventos o que desea mostrarlos, por una cuestión del sentimiento de uno de escribirlo y poder darlo, ya que mucho de nuestra escritura se mueve por lo que sentimos”.
Asimismo, expresó su sentimiento ante la posibilidad de leer sus obras en la ciudad que lo vio nacer: “Esperanza es una ciudad muy amada por mí porque me crié acá, así que tiene que ver con toda mi niñez y mi juventud y me gusta poder juntarme con poetas como Malatesta y Denise León y traerlos a la ciudad donde crecí y viví. Es una alegría para mí”.
Finalmente, la joven tucumana Denise León leyó una selección de sus últimos poemas incluidos en los libros “El saco de Douglas” y “Templo de pescadores”. Sobre la experiencia de lectura en la FRD, aseveró: “El público siempre está presente. Uno nunca está solo ni cuando escribe ni cuando lee, y por supuesto la idea es que el poema se completa en la medida en que el público lo recibe y se lo apropia”.
Contó que “El saco de Douglas reúne las historias de tres mujeres, inmigrantes, en distintas etapas de la historia argentina y la particularidad de la primera parte del libro es que los textos están escritos en judeo-español (ladino) que es la lengua que hablaban mis abuelos, que eran inmigrantes sefaradíes (turcos), por lo cual está muy teñido de mis afectos”.
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Redacción: Ayelen Waigandt – Esperanza Día x Día – CSC Radio