No fue definitiva y no será la última reunión que mantengan. Ayer se volvieron a encontrar los concejales del radicalismo con la intendenta municipal y sus secretarios para debatir el "Plan de Accesibilidad Urbana", nombre de moda impuesto por Oreste Blangini a un plan para hacer cuadras de pavimento y ripio.
La misma administración que prometió terminar las cuatro esquinas del cerramiento de la plaza en el mes de octubre pasado y todavía no terminó una, hoy reconoce sus limitaciones y no "se anima" a construir pavimento de hormigón, a pesar que todos los costos, incluido el personal, gasoil y maquinarias municipales serán afrontados por los vecinos que se beneficien con la obra.
En la reunión de ayer quedó claro que el bloque de concejales radicales que había propuesto primero hacer las 312 cuadras de pavimento, aceptaba que había vecinos que no podrían pagarlo y que entonces se podría bajar a 230 cuadras de hormigón. También ayer Meiners y su gente informaron que de las 82 cuadras de pavimento propuestas originalmente podrían hacer 99 y el resto, es decir más de 200 cuadras, serían ripio con cordón cuneta.
Tampoco existió acuerdo con la financiación prevista ya que la gestión justicialista propone que todo el costo de la obra sea abonada por los vecinos en 42 meses mientras que los ediles radicales proponen extender el plazo de pago a 72 cuotas, transformando esa financiación en la oportunidad de que más vecinos den el "salto" a una obra definitiva como puede ser el pavimento de hormigón.
Está claro que hasta el momento no existió acuerdo y que después de 10 años de no concretar este tipo de obras la ciudad sufre un atraso considerable. También es evidente que es la intendenta la que limita su propia proyección de ciudad líder.
jz.