Fue un momento emotivo cuando todo el público ya había aplaudido las obras. Los integrantes del Grupo "Fulanos de tal" sabía que las obligaciones de la vida universitaria marcan en ellos nuevos destinos y que ya no habrá ensayos y horas compartidas. Sus integrantes sabían muy bien que en la noche del domingo le ponían fin a una etapa de su vida que los marcará por siempre.
Allí se plantaron sobre el escenario, dispuestos a convocar a su directora y amiga para agradecerles todo públicamente. Los hicieron no sin emoción y a corazón partido esto dijeron:
Final de obra, Adriana…
Para nosotros, acaba de cerrarse el telón, para culminar una de las más maravillosas obras de nuestra historia personal. Hoy nos acompañan, más que nunca, las máscaras que nos diera el teatro griego. Una máscara ríe porque la comedia la conseguiste cuando nos robaste tantas risas, cuando aprendimos del humor a atravesar los dolores cotidianos. Y es una máscara que ríe de felicidad por el trayecto compartido. Y hay una máscara que llora y quiebra una mueca de pesar, porque no podemos hacernos a la idea que este fue el último acto de una etapa. Las luces se encienden para despedirte y nuestro público se alejará.
Pero cuántas ideas tramoyamos juntos. Cuántos acuerdos y alientos entre bambalinas. Cuántos consejos entre ensayo y ensayo. Así aprendimos con vos, a construir nuestros personajes y aquel que nos hace únicos. A tener presencia escénica y abatir el pánico, a proyectar la voz a quienes nos quisieran escuchar.
Hoy no es el público sino tu equipo de actores el que te aplaude de pie y te trae flores, que son las que cosechaste por haber regado, en terreno adolescente, amor, amistad, paciencia, creatividad, ingenio…
Queremos que te lleves grabada para siempre esta última escena y este último cuadro, retratado en el corazón.
Gracias Adry, gracias Maestra: por enseñarnos tu pasión por el teatro, que no es otra cosa que enseñarnos pasión por la VIDA.
“Fulanos de Tal”