Como es tradicional cada 8 de setiembre la Virgen Niña recorre las calles que rodean la Plaza San Martín junto a los fieles que la acompañan en el rezo del Santo Rosario. Ayer se vivió un emotivo momento cuando la sacerdotes y fieles esperaron la salida de la imagen que trasladaban en sus hombros los Bomberos Voluntarios de Esperanza. Al asomarse a las escalinatas del templo comenzó el repique de campanas y cientos de pétalos de rosa cayeron sobre la imagen de la virgen.
Al grito de "Viva la Virgen" y viva la fiesta de la ciudad comenzó la peregrinación por calle Belgrano, 25 de mayo, Sarmiento y Aaron Castellanos hasta llegar nuevamente al templo principal de la ciudad. Allí se rezó la Santa Misa presidida por el Arzobispo de Santa Fe José María Arancedo y con la participación de los padres Luis Brizzio y Omar Rohrmann pero también se sumaron los sacerdotes de las parroquias de la ciudad como el padre Nicolás Houriet de la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús y el padre Javier Cutropía de la Parroquia San José.
El arzobispo Arancedo dirigió su mensaje en el cual destacó los valores de la ciudad, pidió conservarlos, recordó a sus fieles la importancia de defender la vida y agradeció especialmente en este día de fiesta la participación de los fieles y la colaboración de empresarios y la comunidad toda para lograr inaugurar la capilla de adoración al santísimo que quedó habilitada ayer. También reconoció que hoy la Basílica de la Natividad es muy activa, incluso más que otras en la arquidiócesis. (Nota Aparte en EDXD).
La fiesta culminó con la bendición de la Capilla de Adoración al Santísimo que fue presentada a la comunidad tras un gran esfuerzo económico y humano.
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