En diálogo con la CSC Radio, Correa sostuvo que los números de inflación a la baja que difundió el INDEC “es una buena noticia” y explicitó que “un 2,8% en abril contra un 3,7% de marzo y en un mes en el cual todo se podía apostar a una suba importante de los precios porque el 11 de abril fue la liberación del cepo y todos apostaban a la suba de los precios en la creencia de que habría una fuerte devaluación, pero por suerte eso no se dio y se produjo el escenario contrario”.
En ese contexto, consideró que “ahora hay una posibilidad de que a nivel macro la economía termine de ordenarse con más de un año y medio de superávit fiscal, una inflación a la baja, un dólar estable, lo que hace que las condiciones estén para que se sigan haciendo algunos ajustes fundamentales como una reforma impositiva integral que el país le debe a la ciudadanía hace más de 40 o 50 años”.
“La reforma que tiene que venir para provocar una transformación y una reactivación económica y una generación de empleo que no se produce desde hace 14 años es una reforma impositiva integral y una reforma laboral que le permitan a las empresas seguir invirtiendo, seguir creciendo y que la gente tenga mejores condiciones laborales y se mejore el poder adquisitivo con una baja de precios”, señaló.
En tal sentido, planteó que “la baja del 16% de arancel a los celulares y la reducción de la alícuota de impuestos internos, pueden marcar un camino, aunque hoy es mucho más título que la relevancia concreta que puede tener. Esto va a provocar una baja de un 20% de los precios de los celulares, y si se reducen los aranceles para otro tipo de insumos o bienes intermedios, finalmente van a llegar también a otros productos”.
Consultado sobre las protestas en Tierra del Fuego por esa quita de aranceles y los posibles despidos que ocasionaría, Correa planteó que “la fantasía es pensar que se puede subsidiar algo que no tiene ningún sentido subsidiar, hay que dedicarse a producir donde somos competitivos: la agroindustria y muchos otros sectores donde el país puede generar un producto con valor agregado. Porque en Tierra del Fuego lo único que se hace es tomar los cinco componentes, armar la pantalla con el chip, cerrarlo y ponerlo en la caja, no tenemos una industria de celulares”.“El desafío enorme ahora es hacer las reformas que están pendientes desde hace muchísimos años y que serían las que realmente provoquen una transformación de lo que fuimos, en un país mas normal y con posibilidades de desarrollo y crecimiento”, concluyó.
Por otra parte, aseveró que “se van dando algunas muestras de que algunas cuestiones que se prometieron se van cumpliendo. Ahora viene otro desafío respecto del uso de los dólares que están debajo del colchón que son entre 200 y 300.000 millones de dólares que tenemos los argentinos y que lamentablemente no se aplican a la producción ni al desarrollo económico, sino que están guardados”.