El consumo de estupefacientes es un flagelo que preocupa a la comunidad y que tiene a los jóvenes como sus principales víctimas. Anoche en el programa Sin Vueltas (Play TV), el delicado tema fue abordado una vez más. En este caso Gongalo Juri y Luis Wilhjelm, dos esperancinos que pudieron escapar al infierno de las drogas brindaron su testimonio y explicaron su lucha y destacaron que con fe y voluntad es posible la recuperación plena.
Los jóvenes remarcaron que “se puede salir, es difícil, una tarea ardua pero tiene sus frutos”. También señalaron que quieren ayudar a otros a salir del flagelo, “es posible dejar la droga, queremos colaborar con otros pibes como nosotros y con sus familias”.
Juri indicó que el consumo crece, “por las necesidades que hay, vivimos una vida apresurada que nos crea obligaciones permanentemente, muchos buscan fingir una posición, otros se sienten inseguros, faltos de confianza para el desafío diario, la droga te hace creer que sos otro, te hace creer que sos una persona segura, y también la familia tiene mucho que ver en todo esto”.
Para Wilhjelm también el problema pasa por creer la fantasía de fabricar otro mundo, “todo cierra de esa manera pero te alejas cada vez más de la realidad”.
Ambos coincidieron que se trata a su vez de un gran negocio, “los que tienen caer no caen, a los grandes nadie los toca y siempre se llevan a los consumidores”.
Pero remarcaron que su lucha no pasa por que caigan o no los narcotraficantes, “nos interesa el consumidor y su recuperación, hay que combatir sus necesidades, ayudarlos, si no hay consumidores, no habrá narcos”.
En cuanto a la edad de los chicos que se inician en el consumo, Juri afirmó que en la ciudad “hay casos de pibes de 14 años más o menos. No era lo mismo tiempo atrás, inclusive hay pibes de 12 años que fuman y están en el camino de la droga, una cosa lleva a la otra”.
Por otra parte insistieron en que no hay que perder la esperanza, “es posible salir, hay resultados concretos, si alguien puede hacerlo, todos podemos, pero no hay respuestas mágicas y cada caso tiene una salida particular y es clave la ayuda de la familia”.
A la hora de relatar su ingreso en el consumo de estupefacientes ambos estuvieron muy claros. Wilhjelm recordó que paso por las tres etapas, “hasta llegar a la dependencia total. Decidí internarme y hablé con mi familia que me apoyó constantemente, nunca dejaron de creer en mi y cuando tocás fondó deben estar presentes”.
Juri también relató que llegó a una situación límite, “vi en lo que me estaba convirtiendo y que estaba perdiendo todo, ahí me di cuenta y fue el primer paso para comenzar la recuperación”.
Los jóvenes además brindaron detalles sobre el taller que tienen en marcha para colaborar con adictos que buscan salir de la droga, “nos reunimos una vez al mes en la sala cultural La Juana y el próximo viernes 12 tendremos una reunión. Buscamos que las familias se acerquen para que nos comenten la situación y para que sepan que pueden contar con nosotros, después nos acercamos al adicto en un contacto más personal”.
Señalaron que debido a la demanda implementarán un taller extra los días lunes en casas de familia para seguir con su tarea de información y de ayuda.
Finalmente explicaron que la fuerza de voluntad y la fe son clave para la recuperación que sin dudas es posible.
Redacción Rubén Cofini - Fotos Sebastián Vernazza