El 1° de octubre para calmar los reclamos de los vecinos que pedían reactivar ese servicio y ante la evidencia que ciudades más castigadas que Esperanza por la pandemia ya habían reactivado el servicio, el Secretario de Servicios Públicos anunció que estaban trabajando en los protocolos para reponer el servicio.
Cuarenta y cinco días después de aquellos anuncios de gestión la realidad muestra que las salas velatorias siguen cerradas y de todos los fallecidos, sólo una docena de vecinos fallecidos se encuentran en la zona del cementerio reservada para pacientes que fallecieron con covid.
Mientras tanto está claro que ni el municipio ni las empresas prestadoras del servicio quisieron volver a la actividad normal y encontrar la posibilidad de que los familiares puedan despedir a sus seres queridos.
Transformaron garages en lugares de acumulación de público donde la improvisación y el descuido sanitario ganan la escena. Ana Meinres y su funcionaron demostraron también como se "plancha" un reclamo cuando no hay voluntad de actuar por servicios que deberían prestarse.
Insistimos, nadie está pidiendo velatorio para pacientes que fallecieron con coronavirus. Pero sí una posibilidad de despedir a los familiares que no fallecieron por pandemia, de una manera digna y no a las apuradas y escondidas. Otras ciudades demostraron que es posible.
Nota publicada el 1° de octubre:
