Inicio NoticiasLocales Un año en Alemania: “Después de un intercambio el mundo se vuelve más chico”

Un año en Alemania: “Después de un intercambio el mundo se vuelve más chico”

por Ayelen

Sobre la experiencia, dijo que “para cada uno el intercambio es diferente aunque básicamente es lo mismo, ya que lo que se propone como obligación es concurrir a la escuela, cumplir con un horario escolar aunque no hace falta rendir materias porque no sabía nada del idioma así que estuvo complicado”. Además “hay que hacer amigos, relacionarse con la cultura y con la gente”.

Respecto del idioma comentó que “las primeras dos semanas” habló en inglés pero luego decidió “aprender el alemán”. “Con un diccionario, por mi cuenta, preguntando y leyendo mucho; leí muchos libros de cuentos para chicos y con eso fui aprendiendo. El que tiene ganas aprende. Después de Navidad, noté que ya había una diferencia entre lo que podía entender y hablar”, relató.

Como curiosidad, marcó “el viajar en tren” aunque acotó que “el viajar solo en avión desde Argentina hasta Alemania ya fue una experiencia de independencia” y en general “con todo sentís que ganas confianza”.

Sobre las actividades de los jóvenes, afirmó que “hay diferencias en las cosas que hace la juventud allá, fui a una sola fiesta de cumpleaños desde las 21 hasta la una de la madrugada aproximadamente y no era en un boliche. Además los chicos tienen más libertad para moverse y hacer cosas en la ciudad, se toman un colectivo para ir al cine, de compras porque reciben cierta cantidad de dinero por mes y tienen más libertad para hacer compras o adquirir cosas por su cuenta”.

Respecto de la educación, contó que “es más exigente y avanzan más rápido; es decir que durante un año ven más cantidad de temas pero en menos tiempo y no sé si queda tan bien ajustado” pero “los chicos se dedican mucho al estudio, hacen las tareas y no muchos tienen actividades extracurriculares”. “En las escuelas se enseñan tres idiomas y en las primarias también se enseña latín”, acotó.

“Cuando terminan la secundaria realizan un examen que les permite ingresar a las universidades o facultades. El premio al esfuerzo de la secundaria es tener la posibilidad de rendir ese examen y si lo hacen bien pueden hacer lo que quieran, porque tienen una salida muy grande de estudio y también laboral. Las empresas también le dan posibilidad de estudiar y les pagan por eso”, describió.

Otra de las curiosidades que contó el joven fue que “había una computadora y un proyector    por aula, y en la mesa tenía una lamparita con una cámara donde el profesor si quería corregir para que lo vea todo el curso, podía iluminar la hoja y proyectar con la cámara en el pizarrón”.

Además, dijo que “tienen mucho respeto por el medioambiente y la escuela estaba orientada a ello, con materias específicas y la escuela tenía paneles solares”.

En cuanto a las diferencias entre ambos países, mencionó “el respeto”. “Acá cuando necesitas alguna ayuda de organizaciones, profesores, empresas es diferente el trato, no te tienen muy en cuenta, pero allá con quien sea que hables te tratan como si tuvieras la misma edad y la misma mentalidad. Acá si tenés 17 no contás, allá es como que se dan cuenta y tratan de ayudarte”, relató.

Marcó que otra diferencia entre países es “el uso de todo lo que es tecnología aplicada a la sociedad, la escuela los alumnos tienen en sus teléfonos una aplicación que les muestra los horarios, las tareas, las pruebas que es muy práctico; también la estructura vial de colectivos y trenes que es más práctica”.

Como representante argentino en el exterior, dijo que “siempre traté de contar las cosas buenas del país: empanadas, asado, más cantidad de amigos, salir en bicicleta, la gente se junta más, hay mayor uso de las redes sociales”.

Consultado por su futuro, Julián afirmó que “hay un antes y un después del intercambio en cuanto a lo que quiero estudiar: antes pensaba estudiar algo relacionado con diseño, o electricidad o mecánica pero ahora estuve pensando muchísimo en la posibilidad de estudiar en Alemania algo relacionado con el tema o estudiar en Argentino algo relacionado con relaciones internacionales, o crear alguna empresa u organización que maneje contactos o vínculos entre ambos países, crear lazos que nos unan”.

Por último, dijo que “lo haría otra vez, y algun que otro amigo me pregunta porque no es algo que cualquiera puede hacer, hay que estar bastante preparado y tener la cabeza bien abierta, porque extrañar mucho es uno de los problemas”.

Como conclusión, “el joven después de un intercambio el mundo se vuelve más chico, ya no es tan difícil viajar, ni tener amigos o contactos en otras partes del mundo, y no es tan difícil manejarse solo”.

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