Damián, querido hermano. El mandato que me dieron nuestros padres cuando éramos chicos, fue que te cuidara, y siento cuando me encuentro con conocidos que me preguntan por vos y les digo que andas bien y que te quedaste en Miami, que no te estoy cuidando. Hace cuatro años que vengo sintiendo el peso y ando esquivando gente. Sería bueno que a ellos les cuente lo que pasó, así te sigo cuidando. Por Leonardo Scheffer.
Etiqueta: