Los Diputados Nacionales de Unión PRO, Gisela Scaglia y Miguel Torres del Sel junto con su par provincial el Diputado Raúl Fernández, fueron recibidos por el arzobispo de Santa Fe Monseñor José María Arancedo.
El diálogo del encuentro estuvo enfocado sobre la inseguridad que viven los argentinos en la actualidad. Monseñor Arancedo destacó que esto se debe a que el narcotráfico avanza a pasos agigantados y aseguró que “si hay que trabajar narcotráfico, hay que trabajar sobre la familia primero” siendo ésta el primer ejemplo a seguir para los jóvenes.
Por su parte, la Diputada Scaglia afirmó que “el problema de las adicciones y del narcotráfico afecta a todos: padres, hijos, gente de todas las edades y de todos los niveles socioeconómicos. No sólo les hace mal a quienes consumen drogas y a su círculo cercano, sino que ataca a toda la sociedad en su conjunto”.
En el encuentro de hoy, todos los presentes coincidieron en la extrema importancia de fortalecer el núcleo familiar porque, como remarcó Scaglia, “es la primera institución en la que los seres humanos nos cobijamos y de donde aprendemos los valores para el resto de nuestras vidas”.
En tanto, Del Sel agregó que "es bueno encontrar personas que lideran la Iglesia pensando sobre los problemas comunes de la gente. Coincidimos en que hoy la importancia es aumentar los recursos en los barrios pobres o más desamparados. Allí hay que llevar progreso, cloacas, escuelas, abrir calles y hacer que la gente viva mejor en su barrio".
Por su parte, el Diputado Provincial Raúl Fernández destacó que “nuestra provincia necesita que estemos presentes, por eso creo que es importante que tengamos estas reuniones y se junte gente de todos los sectores que tenga buenas intenciones y ganas de mejorar”.
Finalmente, Monseñor Arancedo también destacó el rol fundamental que deben ejercer los políticos y aseguró que “la sociedad necesita de los políticos, de su vida, de sus valores y de su ejemplo. Cuando el político comienza a decaer se pierde toda esperanza.” Ya cerrando la reunión, recomendó a los presentes realizar una “reflexión diaria para analizar qué estoy haciendo desde mi lugar por el otro”.
