Desde la cartera señalaron que los “actos vandálicos de esta naturaleza son una muestra de intolerancia e incomprensión” y, además de poder llegar a constituir conductas delictivas, representan “actitudes que dificultan la convivencia” entre los ciudadanos, por lo que tienen que ser “profundamente rechazados, repudiados e investigados a fondo”.
El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos reiteró, asimismo, “su firme compromiso en la lucha contra la intolerancia y la discriminación para construir una sociedad plural, democrática y con lugar para todos, lo cual será posible no en un contexto de violencia sino en el marco de un franco debate de ideas que respete la legalidad y los derechos humanos consagrados en la Constitución Nacional y en los pactos internacionales”.