"Otro comienzo de clases con paro. No importa cuando leas esto en Santa Fe", podría decir algún tuitero exitoso. La historia se repite hace más de 10 años y es parte de nuestra tragedia educativa.
Amsafe, Sadop, Uda y Amet dispusieron medidas de fuerza en este comienzo de clases, en rechazo a la propuesta de aumento salarial presentada por el gobierno provincial la semana pasada.
En el análisis de los gremios la oferta sólo tiene un 7% de aumento con una inflación que en enero fue del 20% y se estima alta en el primer semestre. En la mirada del gobierno se suma el porcentaje de aumento de cumplimiento de la paritaria 2023 que firmó Perotti a sabiendas que era muy difícil de cumplir.
El gobierno dice que es un 43% el aumento salarial ofrecido porque contabiliza los aumentos pendientes de la paritaria anterior.
Todos reconocen que existe una gran falencia educativa. Los docentes piden más salarios y está claro que mejores salarios no se trasladan directamente a una mejor calidad educativa, a la vista de los resultados.
Al panorama de escasez económica y oferta salarial se le suma la caída del Plan 25 y el incentivo docente, fondos nacionales que el gobierno de Milei decidió dar de baja. Eran parte de lo que cobraban los docentes y que marcan una caída en el salario. También le suman al conflicto.
Quizás el miércoles los alumnos puedan concurrir por primera vez a clases, aunque en la dinámica de la realidad argentina, nada puede confirmarse.