Finalmente, el santafesino Owen Crippa se reencontró con el avión que piloteó en la Guerra de Malvinas. Con él realizo una hazaña increíble: atacó en completa soledad a toda la flota inglesa.
El piloto con esa aeronave atacó en completa soledad a toda la flota inglesa y vivió para contarlo. El avión Aermacchi MC339 (4-A-115) perteneció a la Primera Escuadrilla Aeronaval de Ataque y tenía su base en el aeropuerto de Puerto Argentino.
En la mañana del 21 de mayo, el Teniente de Navío Guillermo Owen Crippa fue enviado a comprobar si se estaba realizando un desembarco de las fuerzas enemigas en el Estrecho de San Carlos.
Al encontrarse efectivamente con los buques ingleses realizó algo que no se le había ordenado pero que no pudo evitar: abrió fuego. Esa mañana, el otro avión que lo acompañaría no pudo despegar porque tenía una rueda en mal estado, así que Crippa enfrentó su misión en absoluta soledad. Lo que siguió después fue una historia increíble de heroísmo y gran destreza aérea.
Cuando llegó al estrecho vio dos destructores ingleses estacionados, unos kilómetros más adelante otro y en la boca de la bahía un helicóptero inglés. «Me aparté de la costa para tirarle y ahí veo hacia el interior de la bahía muchos buques ingleses”, dijo en ese relato.
El avión con su «compañero»
Tras la guerra, el Aermacchi fue adquirido por un coleccionista estadounidense, pero Crippa movió cielo y tierra para lograr que aquel símbolo de soberanía regrese a territorio argentino.
La emoción de todos los que presenciaron su llegada a suelo argentino fue compartida mediante las redes sociales, específicamente la cuenta Misión Owen, destinada a seguir de cerca la proeza del expiloto.
El avión recorrió las calles de Sunchales donde los vecinos pudieron verlo y participaron del reencuentro. Finalmente, se exhibió en la plaza Libertad, donde fue bendecido. Después, será resguardado para que comience su proceso de restauración.