El fenómeno climático se ha instalado en la región trayendo altas temepraturas y escasas lluvias, por eso el Movimiento de Consorcios Regionales de Experimentación Agropecuaria (CREA) lanzó el alerta naranja para los produtores argentinos. Con los cultivos de maíz y soja en pleno desarrollo, la situación se vuelve crítica y no será posible alcanzar el récord de 100 millones de toneladas de granos que se anhelaba para esta campaña.
Con pocas precipitaciones y desigualmente distribuidas, La Niña amenaza los rendimientos de los cultivos de verano, reduciendo sustancialamente las estimaciones de cosecha. De acuerdo al área de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, más del 50 por ciento de la zona núcleo pampeana se encuentra en situación de sequía. El vicepresidente de CREA, Juan Balbín señala que "ya hay productores pensando en un plan alternativo que incluye suspensión de inversiones y una actitud cauta en los gastos hasta ver finalmente con cuanto grano se cuenta tras la cosecha". Según el directivo, los contratistas también están siendo muy afectados por el déficit hídrico: "Se han equipado para una producción creciente, acompañando a los productores y ahora enfrentan estancamiento, que es sinónimo de bajos precios por las labores. Serán parte del ajuste que se vendrá de no llover en los próximos días", agrega.
Tal como informan desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el maíz está sufriendo daños severos por sequía, con acentuados signos de stress. La producción se proyecta en 21,3 millones de toneladas pero podría verse fácilmente disminuida de no arribar las lluvias tan necesarias a la región pampeana.
Para la soja, las condiciones tampoco son buenas y según la BCR la incógnita se centra en lograr la cobertura total del área de intención de siembra, preocupando severamente lo que puede pasar en enero. Por ahora, se sostiene el número de producción proyectada en 49,5 millones de toneladas. Balbín advierte que "hay muchos cultivos de segunda sembrados en suelo seco, en situación límite", pero estima que los productores seguirán sembrando a principios de este año porque no pueden dejar el lote ocioso.
El girasol es el cultivo con mejor comportamiento frente a la escasez de humedad, con posibilidades de rendir 15-18 quintales por hectárea si recibe un poco más de lluvia durante enero.
Para el vicepresidente de CREA, esta situación de variabilidad climática amerita una reconsideración “de todo el esquema de retenciones y regulaciones de mercados actualmente vigente si no se quiere correr el riesgo de que el área sembrada se reduzca sustancialmente en la próxima campaña agrícola".
Fuente: Rosario3