En Argentina nuestros derechos como consumidores son avasallados de manera sistemática ante la indiferencia del Estado que en sus tres poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial -salvo honrosas excepciones- hasta el momento no ha mostrado políticas activas para tutelar a los usuarios “los débiles del mercado”.
Ante esta ausencia somos los ciudadanos los que tenemos que organizar acciones para proteger nuestros derechos y defendernos de quienes intentan violentarlos, por eso propiciamos ante el aumento desmedido que tienen previsto llevar adelante las empresas de telefonía celular, que el sábado 18 de a las 12 horas apaguemos los celulares durante 1 hora con la consigna “apagar los celulares para encender nuestros derechos”.
Y en este contexto es necesario analizar si los precios que vamos a pagar por un mensaje de texto o un minuto de aire, de aproximadamente 50 centavos para el primero y 2,30 pesos para el segundo, guardan alguna relación con los valores de servicios fundamentales, como lo son el agua potable y la electricidad y para ello es necesario realizar algunas comparaciones que sirvan para clarificar la situación.
Tengamos en cuenta que un usuario de la Empresa Provincial de la Energía que consuma unos 500 kw/hora por bimestre, abonará con el ultimo aumento un valor final de 43 centavos por cada Kw, con lo cual el costo de un mensaje de texto equivale al consumo de una lámpara de bajo consumo durante 50 hs, o el consumo de una bomba para agua durante 2 hs, y también enviar dos mensajes de texto cuesta lo mismo que el consumo de un día de una heladera con freezer.
También es necesario señalar que la firma Aguas Santafesinas S.A., tiene un costo promedio final de 90 centavos el m3 de agua potable, lo que equivale a 1000 lts de agua. Si tomamos como parámetro internacional en valor medio de 250 lts/habitante por día, enviar un mensaje de texto vale lo mismo que el consumo de agua de una persona durante dos días.
Los números son claros y demostrativos de una realidad incontrastable, el “dejara hacer, dejar pasar” del Estado Nacional permite que las empresas de telefonía celular tengan ganancias fabulosas, que fijen sus precios sin ningún tipo de regulaciones, y que aumenten sus ingresos en forma extraordinaria a costa de nuestros bolsillos.
Por ello instamos a todos aquellos que quieran dejar de ser habitantes para ser ciudadanos -es decir persona con derechos- a apagar los celulares, por que si logramos que una parte importante de la población lleve adelante la medida estaremos dando un paso muy significativo en la tutela de nuestros derechos, habida cuenta que estas empresas solamente pondrán freno a sus apetencias si los consumidores somos capaces de hacerles perder dinero durante la hora que estén apagados los celulares.
Y ante esta oportunidad vale la pena recordar que desde los inicios de Adelco predicamos el slogan “no se queje si no se queja”. Y que existen distintas maneras (apagando el celular, no comprando un bien o por medio del voto, etc.) de demostrar que no estamos de acuerdo con determinado precio de un producto o política de gobierno y que vamos a hacer valer el poder que tenemos, que pasamos de la queja a la acción y así no sentimos que las decisiones pasan “por otros” sin poder hacer nada, sino que como consumidores somos verdaderos protagonistas del mercado y sus decisiones.
Es así que invitamos a formar parte de esta nueva e incipiente estructura de poder, a cambiar la cultura de la resignación por la cultura de la participación, a tomar conciencia de que cada nuevo consumidor en acción que se suma, hace la diferencia, y a pesar de que los cambios no son abruptos ni rápidos, juntos tenemos una fuerza incalculable para luchar por nuestros derechos. Ya lo expresaba así la Madre Teresa de Calcuta al decir que “A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”.
Dra. Claudia González Dato Ing. Luis Lombó
ADELCO SANTA FE