Tampoco se concretó la recolección de residuos entre la noche del miércoles y la mañana del jueves. El mix de gremios que incentivó la gestión Meiners lleva al descontrol y cada sección decide si presta o no servicios.
Todo trabajador tiene derecho a reclamar y todo usuario tiene el mismo derecho a recibir un servicio público. Si el trabajador protesta un supervisor garantiza el servicio porque para ello es superior. Si no se puede brindar el servicio, se anticipa el problema a los usuarios explicando las razones.
Nada de esto viene haciendo la gestión de la intendenta Ana Meiners que está sufriendo los resultados de su propia medicina. Fue esta gestión la que alentó el ingreso de un gremio municipal rafaelino para quitarle fuerzas al gremio local de municipales y las diferencias gremiales de hoy tornan inmanejable la situación.
Todo se magnifica porque la intendenta que pondera el diálogo no habla con un gremio y privilegia al otro.
En las últimas 24 horas Festram decidió parar para reclamar mejoras en las asignaciones familiares. La protesta tuvo la adhesión de APM que está afiliada a la FESIM y no el total apoyo del SEOM que integraba la Festram hasta hace pocos días.
Ayer no se recolectaron residuos después de la lluvia. No importó el dengue. Tampoco el contribuyente a quien nada avisaron.
Ayer el Cementerio Municipal fue cerrado al público por paro. No importó el vecino, al que nada avisaron previamente.
Serán difíciles los próximos meses de la actual gestión municipal donde cada uno cuida su sello y nadie da la cara. En el fondo, la intendenta pareciera a gusto con el destino de fin de ciclo del justicialismo local.
j.z.
Fotos Juan Escudero
