La Defensoría del Pueblo de Santa Fe reclamó a la Provincia que presente estudios de la calidad del agua del río Salado y explique qué acciones concretas tiene previsto para subsanar la contaminación existente.
El pedido fue realizado hace menos de un mes atrás, a través de oficios enviados por los defensores Jorge Henn (centro norte provincial) y Gabriel Savino (sur), dirigidos a las ministras de Ambiente y Cambio Climático, Erika Gonnet; y de Salud, Sonia Martorano. En los mismos se requieren estudios de la calidad del agua y que se expliquen qué acciones se piensan realizar para “afrontar y subsanar la contaminación” del Salado, indican.
Este pedido formal fue decidido por la Defensoría del Pueblo tras recibir el reclamo de más de 150 vecinos de distintas localidades costeras del río Salado, que se mostraron inquietos por lo que, entienden, podrían ser niveles notorios de contaminación en ese curso de agua que atraviesa media provincia de norte a sur.
Es que en su extenso recorrido, el río Salado recibe aguas residuales de actividades agrícolas, industriales y domésticas que impactan en la biodiversidad. “Esto hizo que nosotros tomáramos intervención en el tema”, dijo Henn, en diálogo con El Litoral. “Por eso oficiamos a las ministra Gonnet y Martorano”, agregó. “Queremos saber qué van a hacer y además nos preocupa el consumo de peces extraídos de este río”.
Rigor científico
Los vecinos argumentaron el pedido tras haber tomado conocimiento de recientes estudios publicados por investigadores del Conicet. Uno de ellos, denominado “Calidad ambiental y ecotoxicidad de sedimentos en la cuenca baja del rio Salado sobre larvas de anfibios”, a cargo de la doctora de Ciencias Biológicas de la Universidad de San Martín, Carolina Aronzon.
Otro de los trabajos citados en la presentación fue publicado por la revista Science of the Total Environment. El mismo estuvo a cargo del investigador, Rafael Lajmanovich, del Conicet-UNL, bajo el nombre “Cócteles de residuos de plaguicidas en peces sábalos”.
“No podemos ningunear estudios de rigor científico que hablan de contaminación, que es algo que no podemos permitir que ocurra”, dijo el defensor del Pueblo.
La respuesta
En tanto la instrucción está en curso a la espera de las respuestas ministeriales y aprovechando la conmemoración del Día Internacional del Agua, el pasado 22 de marzo la Defensoría convocó a sus oficinas a Lajmanovich, quien accedió a explicitar ante Henn los alcances y detalles de su estudio con el que detectó la presencia de glifosato y otras sustancias contaminantes y dañinas a la salud humana en sábalos extraídos del río Salado.
En la investigación se hizo referencia a que el río Salado tiene un alto grado de polución por presencia de agrotóxicos. También se dijo que los niveles son tan altos que baten récord mundial, como lo pudo determinar el equipo de científicos conducido por Lajmanovich. Su estudio comprobó además la presencia de contaminantes en sábalos, uno de los peces más comunes por estas orillas.
Sábalos contaminados
Los sábalos que habitan en la región del tramo inferior del río Salado, en la ciudad de Santa Fe, registraron las concentraciones más altas a nivel mundial de nueve biocidas (insecticidas, herbicidas y fungicidas) de uso masivo en cultivos transgénicos, principalmente de soja, maíz y algodón, según el estudio.
Los científicos demostraron que las poblaciones de sábalos, en una cuenca fluvial rodeada de cultivos genéticamente modificados, incorporaron «múltiples residuos de plaguicidas en sus tejidos». Lo verificaron a través de la evaluación de presencia de plaguicidas en muestras de sedimentos y tejidos de los sábalos durante un período estival en diferentes sitios del curso bajo de la cuenca del río Salado.
Fuente: diario El Litoral