El concubino de Marcela Chiaro, Luis Corral, continuará detenido. Ayer, el juez de Garantías Francisco Pisa hizo lugar al pedido del fiscal Guillermo Herrera y dictó la prisión preventiva para el veterinario, presunto homicida de Chiaro. La semana pasada, Herrera elevó el requerimiento y acusó al hombre y a su supuesta amante, Paola Castro, de homicidio simple. Sin embargo, no se sabe si el dictamen del juez incluye a la mujer.
Corral fue detenido el 24 de febrero, cuando la Policía allanó su casa y encontró rastros de sangre en el quirófano de la veterinaria que funciona dentro de la propiedad, en Inca Garcilaso al 300. Ese mismo día también fue privada de su libertad Castro, a quien todos señalan como la amante de Corral y con quien tendría un bebé de tres meses. En algunas paredes y en el piso del departamento de la mujer, en avenida Alem al 1.200, los investigadores también hallaron sangre humana.
Marcela desapareció el 13 de febrero. Pero para Herrera es imposible que haya abandonado el hogar de manera voluntaria, como intentó sostener su concubino en un principio. Uno de los argumentos del fiscal es que el veterinario tenía en su poder los dos únicos juegos de llaves de la puerta de entrada, que además no tiene picaporte.
Además, hay un testimonio que complica a Luis Corral. Un empleado de la veterinaria declaró que la pareja de Marcela le envió un mensaje de texto el lunes 13 de febrero a las 2, donde le avisaba que no fuera a trabajar en toda la semana porque no iba a estar.
Este relato contradijo la afirmación del veterinario, quien había asegurado que esa noche se despertó a las 3 y notó que Chiaro no estaba en la casa. Según sostuvo en aquella oportunidad, se levantó desesperado y salió a buscarla, pero nunca la encontró.
Mientras tanto, los vecinos de Villa Amalia realizaron anoche (por el jueves) una nueva marcha por las calles del barrio. Partieron de la plaza de la zona y caminaron hasta la casa que compartían Marcela, su concubino y su hija de dos años. En diferentes oportunidades, los vecinos no dudaron en acusar al veterinario de haber hecho desaparecer a la mujer.
Fuente La Gaceta
