Damián, el papá de Nina Walker agradeció el apoyo y las oraciones de toda la comunidad. También el gran trabajo de los equipos médicos que hicieron posible este momento.
La pequeña esperancina fue diagnosticada con Lesión medular C5 a partir del accidente que protagonizaron juntos. El 20 de noviembre recibió el alta médica y continúa la rehabilitación en su casa.
El siniestro vial ocurrió el 17 de mayo en Esperanza. Nina viajaba en el asiento del acompañante mientras su papá conducía, cuando protagonizaron un accidente automovilístico.
Damián en diálogo con Aire de Santa Fe, recordó aquel día, ”como cualquier mañana la llevaba a guardería. Llego a una esquina, le toco la espalda, le quiero dar un beso y cuando me doy cuenta escucho un estampido, ni frené. Los airbags explotaron porque yo choco con el chico. La persona con la que choco es un médico del hospital de Esperanza que rápidamente la reanimó”.
“Los médicos consideraron un milagro su caso porque creían que no iba a pasar la noche”.
Inmediatamente con la voz entrecortada, el papá de Nina suplicó a los padres que lleven a sus hijos en la butaca, “ellos te compran con una sonrisa pero no hay que dejarse vencer. Nosotros somos los responsables de estas criaturas. Uno se siente muy culpable. Es una cruz muy pesada de llevar, vamos a volver a ser una familia feliz”.
Damián también destacó la milagrosa evolución de la pequeña a pesar del grave diagnóstico: ”A los 8 días de estar en terapia, la miro y le hice un juego que le hacía siempre y me sonrió”.
“Con mi mujer estos seis meses dimos la vida y seguiremos luchando. A nosotros nos dieron el alta pero esto sigue”.
Ejemplo de lucha
- ”Con mi mujer nos unimos más que nunca y sentimos que con lo que nos pasó vamos a estar unidos toda la vida. Mi mujer estos seis meses fue mucho más que yo”.
- ”Enfrentamos, peleamos, luchamos. Cuando nos poníamos mal, Nina lo presentía. Ella es increíble sabía quien realmente la iba a visitar con amor y con ganas y quien no”.
- ” Cuando a nosotros nos dijeron que probablemente no iba a pasar la noche, la fe y la unión nos hizo creer que no iba a ser así”
- ”Ella en terapia a los 10 o 15 días del accidente sabía que se hacía de noche e iba a estar sola y lloraba cuando terminaba el horario de visita”
- “Nunca retrocedió Nina, pasó una noche, la otra. Esas noches interminables en las que vos no querés que suene el teléfono. Fue sorprendente pero siempre avanzó. Nos aferramos a Dios, a los médicos, a la gente”
- ”Los tacheros y los remiseros me decían,” mi señora prendió una vela por Nina, rezamos por ustedes”.
Gentileza Aire de Santa Fe