El reflejo de la crisis económica que atravesamos se observa claramente en la importante cantidad de locales comerciales sin ocupar que se encuentran en el sector más céntrico de Esperanza.
La difícil situación económica que nos toca atravesar a los argentinos no reconoce lugares geográficos y en nuestra ciudad, a su manera, también se puede ver la baja del consumo por la pérdida del poder adquisitivo de la población tras tres grandes devaluaciones del peso en tres años seguidos.
A esa situación económica llegó la pandemia y un manejo básico de la crisis sanitaria que obligó a cerrar por demasiado tiempo sectores económicamente activos.
Un relevamiento realizado por Esperanza Día x Día en un sector del centro de la ciudad arroja el hallazgo de 41 locales sin ocupar que están tapados porque ya sus inquilinos no se encuentran en el lugar, otros ilustrados con carteles como «Nos trasladamos a..» o el tradicional «Se alquila» escrito por el propietario o colocado por la inmobiliaria.
La zona delimitada por las calles Berutti hasta Castelli entre Moreno y Rivadavia marca el microcentro comercial y económico de la ciudad. Allí están ubicados los bancos, las principales mutuales, los locales comerciales y es el lugar donde el municipio no dejó centímetro sin pintar para el cobro de estacionamiento medido.
En esa zona encontramos 41 locales comerciales sin ocupar. Con cuadras con más cantidad de locales vacíos como Belgrano al 2200 donde encontramos 4 locales sin contar el ubicado en la esquina de 25 de Mayo y Belgrano ya que lo computamos en la recorrida frente a la plaza.
Otra cuadra donde se observa el abandono de locales comerciales es Sarmiento al 2300 donde también encontramos 4 locales vacíos. También se observa la crítica situación comercial al encontrar que locales importantes frente a Plaza San Martín se desalojan y no son rápidamente ocupados.
Referentes inmobiliarios confirmaron a EDXD que existen propietarios que bonificaron los costos de los alquileres a sus ocupantes para garantizar la continuidad pero que en otros casos se encontraron con emprendedores que ya tenían tomada la decisión de abandonar el lugar.
En algunos casos los comercios se trasladan a locales más pequeños, quizás un poco más alejados del centro, pero en otros casos cierran sus puertas y deciden transformar su propuesta a «venta por internet» donde la regulación y el control es menor y por supuesto que la carga fiscal del estado y los costos fijos disminuyen.
Otros corredores comerciales como Moreno al Sur o Simón de Iriondo al norte también observan las dificultades del momento económico. Lamentablemente no existe estadística oficial que pueda sacar la foto de este momento y los datos estadísticos podrán conocerse recién dentro de algunos meses.
Semanas atrás consultamos a un comerciante que en el centro de la ciudad había decidido cerrar sus puertas y nos confió que entre costos de alquiler del local pequeño no ubicado frente a la plaza, cargas fiscales como monotributo, Api y Municipal, impuestos a los carteles publicitarios, costos de posnet, alarma y electricidad, sin contar con empleados, debía arrancar con un costo fijo mensual de $ 25.000. Todo un dato que refleja la distancia entre lo posible y lo real en tiempos donde muchos días las ventas eran cero.
La situación es preocupante y lo peor que pueden hacer las autoridades es negar la realidad y decir que no pueden hacer nada.