Cuando se denunció que Ignacio Cáceres no estaba en su domicilio en el Barrio Los Troncos, los vecinos buscaron en todos los domicilios de la zona y después fueron a las esquinas donde se estaba construyendo el ripio con cordón cuneta porque recordaban que faltaban las tapas para los desagües y la señalización era precaria.
El niño apareció cerca del lugar, en una alcantarilla mucho menos profunda que esos pozos ahora tapados. Algunos entienden que el pequeño intentó evitar una vereda y lote con yuyos altos y cayó en una alcantarilla. La investigación judicial continúa.
Lo cierto es que horas después de la tragedia que enluta a todo el barrio y la ciudad, operarios municipales colocaron las tapas en cuatro boca calles y según aseguran los vecinos restan colocar otras cuatro.
Así estaba en la tarde del lunes la esquina de Salta y Zimmermann del Barrio Los Troncos, lugar donde la iluminación no funciona en varias cuadras y según cuentan los vecinos existe un problema porque el sistema está desconectado.