Demasiado pacíficos son los vecinos y mucha suerte tuvo el gobierno en todos sus estamentos porque todavía no murió ninguna persona al caer en los gigantes pozos que están ubicados en la banquina sur de Ruta Provincial 70, jurisdicción de Esperanza.
Es un verdadero peligro porque la profundidad es cercana a los dos metros y la señalización para advertir su peligrosidad es un verdadero chiste. Son cuatro pozos gigantes que miden varios metros de largo, ancho y profundidad. Fueron hechos por personal de Vialidad Provincial para comprobar que el sistema de desagües en el lugar está colapsado y tal como estimaban los vecinos hace varios años esos tubos plásticos colocados allí no iban a 'aguantar'.
Lo curioso es que esos trabajos de Vialidad Provincial se hicieron hace varios meses, que no existen hoy máquinas en el lugar pero tampoco señalizaciones que adviertan sobre la peligrosidad de esos pozos.
Tampoco se conoce reclamo o acción alguna desde el municipio frente al gobierno provincial o en la decisión de colaborar con los vecinos en la colocación de señalética alguna. Es tierra de nadie a la espera de una tragedia.
Con ironía nos preguntamos si esperan lluvias para construir piletas y fomentar el turismo o si simplemente se olvidaron del distrito Colonia Pujol, por donde seguramente muchos funcionarios pasan a diario en sus viajes a Santa Fe y advierten la historia que hoy presentamos.
UN POCO DE HISTORIA
En Junio del 2008 el gobernador Hermes Binner inauguró el nuevo puente de la ruta 70 entre Esperanza y Recreo. Esa obra encarada por la gestión del gobernador Jorge Obeid (2003-2007) incluía el alteo de la ruta 70 desde Colonia Pujol y la construcción de un desagüe pluvial cerrado en la mano sur de la ruta 70 para proteger a los vecinos y darles una alternativa de unión entre sus viviendas sin necesidad de subir a la ruta.
La obra incluyó el cerramiento de ese desagüe que se hizo con la colocación de dos líneas de tubos plásticos que se decían resistentes pero que no aguantaron con el correr de los años. En tiempos de obra la colocación de esos tubos en lugar de los conocidos de cemento generó alerta y protestas de los vecinos. Se recuerda aún hoy a una vecina que se encadenó dentro de los desagües para impedir que continúe la obra porque su calidad era dudosa.
En menos de diez años, como lo muestran las imágenes, las instalaciones cedieron y se debería realizar de nuevo todo el tendido del desagüe lo que implica una millonaria inversión. A la espera de las definiciones políticas de deberían contemplar soluciones alternativas civilizadas.
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