Queda claro que todo es una gran improvisación. La película del Parque Industrial en la ciudad sigue siendo una sátira de intereses políticos y económicos que desnudan una falta de respeto a la comunidad y que muestran claramente que nuestra clase dirigente señala rápidamente responsabilidades en otros pero le cuesta mucho realizar la propia autocrítica de sus errores.
No existe proyecto técnico y tampoco consenso. Aseguraron que el parque se hacía en el sur, después en el norte en terrenos inundables muy cerca del río Salado y horas después volvieron a asegurar que se haría en el sur.
El periódico Edición Uno aseguró que un esperancino muy cercano al gabinete municipal accedió a un importante crédito nacional para radicar una empresa y necesita el terreno para recibir ese dinero, por eso la premura por enviar ahora el proyecto de expropiación al Concejo Municipal.
El proyecto fue enviado por la Intendenta al Concejo el pasado martes después del mediodía. El mismo no tiene mucha información técnica (EDXD accedió al mismo) solo copias de la ley provincial de parques industriales, citas de proyectos de expropiación, copias de actas de la ya inexistente comisión mixta, una consideración jurídica y el pedido de expropiación con detalles de los propietarios de parcelas afectadas. El expediente se inicia con la nota de apoyo al proyecto que firman representantes del CICAE, CIMAE y la Cámara de Transportistas.
El proyecto para expropiar parcelas en el sur de la ciudad fue enviado por Ana Meiners y su equipo técnico pero se equivocó de terrenos. Justificando errores catastrales del proyecto la intendenta envió ayer una nota para pedir que sea devuelto al DEM para corregirlo. Habían pedido expropiar una cementera y una granja avícola.
Alguien no está a la altura de las circunstancias y potencia el calificativo de "papelón" para algo tan serio en el desarrollo de la ciudad.