Sucede desde el lunes pasado en Moreno al 1.800 donde un pretil roto provoca maniobras peligrosas y puede ocasionar roturas en cubiertas.
Es lo que puede describirse como un ejemplo más falta de criterio o comunicación entre diferentes áreas del municipio local. La situación se potenció por dos días de paro y quizás un desentendimiento de mandos medios o altos.
La semana pasada se rompió la mitad de la loza del pavimento en el sector de estacionamiento en Moreno al 1.800 de nuestra ciudad. Si bien ya habían pintado las nuevas dársenas en la zona y ahora el agua se acumula afectando la durabilidad de la pintura, la situación de tránsito es más preocupante.
Moreno es una de las calles que tiene bicisenda en toda su extensión y por lo tanto tiene colocados pretiles para delimitar los sectores de tránsito. En la esquina con calle Castelli, para poder transitar y esquivar la zona donde el pavimento fue destruido, rompieron o se rompió el pretil.
Los automóviles, bicicletas y motovehículos se dirigen al sector oeste de la arteria, ocupando incluso el sector destinado a las bicicletas para transitar. A la vez esquivan el pretil que al estar roto genera alarma por rotura a cualquiera que pase en el lugar. Los más perjudicados son los automóviles que giran desde Castelli y al advertir la señalización por la obra aumentan su giro y pisan lo que queda del elemento plástico.
La situación ya generó bruscas maniobras en el lugar y lo increíble es que una semana después siga allí sin que nadie del municipio ni del área de tránsito ni de obras públicas adviertan sobre la situación.
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