Por Lic. Eduardo Kinen
Días atrás por este medio se publicó una nota de opinión titulada “Milei: la revolución de los mansos”. En la misma se sostenía, entre otros ítems, la existencia de una silenciosa mayoría de argentinos quienes cansados de escuchar promesas de los políticos y hartos de estar hartos, han descubierto como candidato presidencial a un personaje de “pelos rebeldes, mirada penetrante” que exhibe un discurso “disruptivo lindante a veces con lo utópico”.
Que dicho candidato ha sido disruptivo prácticamente nadie podría ponerlo en duda pero, considerarlo lindante con lo utópico, genera una sorpresiva y hasta reveladora muestra de la superficialidad y/o liviandad de muchas de las discusiones de esta campaña presidencial. En este aspecto mejor sería entonces preguntarse si no es su antítesis, la distopía, lo que se genera observando las propuestas y el accionar de este hombre “al que a veces se le sale la cadena”. Escenario distópico que se potencia al escucharse las manifestaciones de una gran parte de los personajes que lo rodean.
El domingo próximo estaremos frente a la opción de elegir entre dos candidatos a la presidencia de nuestro país. Para tomar esa decisión crucial se hace imprescindible realizar una enumeración de las afirmaciones y propuestas de este “hombre que posiblemente esté un poco ‘loco’ ”: la creación de un mercado de órganos, la compra-venta de niños, la liberación de la venta de armas, la dolarización, la eliminación del Banco Central, la privatización del acceso a la salud y a la educación, la ruptura de relaciones con naciones fundamentales para nuestro comercio e industria como China y Brasil por tener gobiernos con ideologías que él no comparte.
Cabe mencionar además que este personaje “puro y auténtico” es el que no ha tenido empacho en negar el terrorismo de estado de la última dictadura militar, que cuando le preguntan si cree en el sistema democrático responde con el teorema de Arrow, que considera al Papa Francisco representante del maligno y que pretende privatizar Vaca Muerta desconociendo su pertenencia jurisdiccional.
Es cierto que las tribulaciones e interrogantes que suscita nuestro presente político son profundas y tremendamente complejas. No se desconoce la existencia de una gran cantidad de cuestiones a resolver ni que los desafíos a enfrentar son enormes pero, teniendo en cuenta lo arriba expresado:
- Es este el hombre que “seguramente es mucho más puro y auténtico que todos los supuestamente cuerdos y correctos que hasta ahora nos gobernaron” el mismo que ha establecido una alianza con quienes pocos días antes estigmatizaba como parte de la denostada casta responsable de la decadencia del país?
- ¿Será él, con sus nuevos aliados – ahora ex castas - quien “restaurará tantas afrentas diciéndole basta a todos los “fulleros” que durante años se robaron el país”?
- ¿Resulta aceptable y conveniente “darle una oportunidad a un tipo contradictorio, calentón al que a veces se le sale la cadena y que grita las verdades que una gran parte de la dirigencia quiere acallar”?
- Quien sostuvo que el Estado es “el pedófilo en el jardín de infantes con los niños encadenados y envaselinados: ¿Está realmente en condiciones de ser el representante y ejecutor del cambio que necesita la Argentina?
Se podría seguir enumerando una gran cantidad de planteos que por razones de espacio no es posible extenderse aquí, pero finalizamos pensando que hay que forzar mucho la imaginación o tener un exceso de voluntarismo “lindante con lo utópico” para sostener que en el caso de que este personaje sea electo presidente, “por primera vez en muchos años nuevamente se escuchará la voz de los que no tienen voz”.
El autor es docente universitario, concejal mc y Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Esperanza.
Nota relacionada:
https://www.esperanzadiaxdia.com.ar/milei-la-revolucion-de-los-mansos/