LA NOCHE DE LOS MUSEOS: ESPERANZA ERA UNA FIESTA
La Noche de los Museos se comenzó a replicarse en Esperanza desde el año 2009, por iniciativa de la Fundación Ramseyer Dayer y encontró en la gerente cultural de esta institución su más eficaz promotora. En su primera versión participaron solamente 10 espacios, pero en forma progresiva y creciente la Noche de los Museos terminó siendo nuestra. Año tras año las más diversas y heterogéneas organizaciones de nuestra localidad fueron sumándose hasta alcanzar en el 2015 su expresión más alta.
Despierta mi sensibilidad la participación de las entidades que, generalmente con pocos recursos materiales y a veces humanos disponibles, se hacen presentes mostrando el fruto de sus esfuerzos, gracias al entusiasmo y a la certeza de sus integrantes de estar siendo parte de un proyecto colectivo que excede las particularidades sectoriales.
Para una educadora por elección y vocación- como es mi caso- resulta muy alentador comprobar cómo las escuelas secundarias de nuestro medio fueron comprometiéndose gradualmente en esta auténtica movida cultural, exhibiendo a la comunidad la energía creadora que habita en sus aulas, en sus profesores, en sus directivos, en sus alumnos…
En una época en que se ha tomado aguda conciencia de la vulnerabilidad del género femenino como víctima de la violencia, resulta casi paradojal advertir que sean dos mujeres- cada una a su manera- las responsables de haber convertido a la Fundación Ramseyer Dayer en un foco que irradia y promueve hechos culturales en nuestra ciudad y la región.
Inés Ramseyer Dayer fue la fundadora de la entidad que lleva el apellido de sus padres y es quien la sostiene desde España, con la convicción de que la cultura es aquello que nos hace humanos. Probablemente sea el legado que deje al pueblo que la vio nacer.
Celina Zimmermann, su gerente cultural, fue la hacedora del milagro de haber convertido a la Fundación en un centro cultural respetado y reconocido en toda la región.
El 30 de junio otras personas – Mariana Imhof y Danilo Grasso- tomarán la posta en la Fundación Ramseyer Dayer, asumiendo el ímprobo desafío de llenar el espacio que dejará vacante Celina.
Sean estas palabras un homenaje a las protagonistas por la tarea realizada, al tiempo que un buen augurio y todo el apoyo necesario para quienes conducirán, a partir de julio, esta apuesta a la cultura que nos enorgullece como esperancinos.
Ana María Gauchat
