Robaron cables de energía el jueves mientras los docentes estaban de paro y el viernes trabajaban en reestablecer el servicio. La comunidad educativa de la Escuela N°319 “Mercedes Z. de Iriondo" tuvo clases por última vez el martes pasado.
La Escuela N°319 “Mercedes Z. de Iriondo” de Barrio La Orilla fue víctima de un lamentable hecho de inseguridad que la dejó sin posibilidad de dictar clases este viernes. Durante la madrugada, desconocidos se robaron todos los cables de energía eléctrica del exterior y del patio del establecimiento.
Una de las directivas de la institución contó que “cuando se presentaron a trabajar los porteros en la mañana observaron un cable tirado en el patio y al hacer el relevamiento se dieron cuenta que no había luz en todo el edificio, por lo que terminaron informando que se robaron todos los cables del exterior de la escuela y algunos del patio.
Ante ello la escuela debió suspender las clases “durante toda la jornada, debido a que una vez anoticiados de lo sucedido se comenzó a trabajar” para subsanar el inconveniente. “Si bien se logró el restablecimiento del teléfono y de la energía eléctrica, se había afectado la bomba de agua que provee a los sanitarios, y era necesario hacer una revisión integral de las instalaciones, para darle energía a esta bomba”, explicitó.
En declaraciones realizadas a Play Television, aclaró que “luego de una situación así todas las instalaciones tienen que ser revisadas para evitar cualquier problema, cortocircuitos o situaciones que puedan poner en peligro a los alumnos o a los docentes”.
La docente lamentó que “de acuerdo a loa información que conocíamos previo a esto, y tras lo sucedido, se sabe que desde hace un tiempo en varios sectores del barrio se están dando estos robos”.
En cuanto a la prevención a partir de ahora, sostuvo que “se trató de hacer la nueva conexión con algún resguardo más, ponerlos a mayor altura, mejorar la iluminación, a pesar de que hay una cámara en la esquina no sabemos si están grabadas las imágenes de quienes entraron”.
Más adelante, acotó que “se ven los cables cortados así que se ve que venían con la intención y lo concretaron” y planteó que ante esto “no queda que reponer lo que se han llevado y tratar de continuar trabajando”.
Finalmente, remarcó: “Cada vez que pasamos un situación de estas para la comunidad es un dolor porque es una escuela que sale adelante con mucho esfuerzo, todo el personal de la escuela está abocado a hacer lo mejor posible por esta comunidad y no tenemos demasiados recursos propios, y dependemos de algún beneficio que pueda realizar la cooperadora o gestionar fondos provinciales y estas cosas nos retrasan otros proyectos que teníamos encaminados y se tienen que dejar de lado otras mejoras que se pensaban para la institución”.
