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Locales

Gabriel Albarracín envió una Carta Abierta al pueblo de Esperanza

 

El precandidato a intendente de la ciudad por un sector del justicialismo invitó a reflexionar a los vecinos sobre la importancia de la decisión que se tomará en pocos días.

 

 

 

 

 

Queridas vecinas y vecinos:

 

 

 

La mayoría de ustedes ya saben que me presento como precandidato a Intendente de Esperanza. Lo hago a conciencia porque creo que tengo cosas importantes que aportar desde esa función, habida cuenta que, con la madurez de mis 62 años, una larga trayectoria como abogado especializado en derecho público, como también en el ámbito privado como empresario PyME, he acumulado múltiples conocimientos y experiencias que resulta muy valioso poseer, para poder conducir un gobierno municipal con expectativas de buen suceso.

 

 

 

A lo largo de mi vida aprendí que el futuro no se improvisa, se prepara, se anticipa; con decisiones correctas dirigidas a alcanzar las metas que nos hemos trazado.

 

 

 

Sé que hacer para liderar un equipo que nos ayude a planificar un futuro mejor, para todos, en nuestra ciudad. Sé cómo dirigir a la administración municipal para que se convierta en una herramienta útil para la ejecución de ese proyecto común. Di muestras de tener el temple y el carácter necesario para afrontar contratiempos y adversidades cuando, entre 2010 y 2011, fui el hacedor y protagonista principal del plan político que le permitió a la actual administración de la ciudad superar su peor momento institucional y financiero.

 

 

 

No tengo compromisos con estructuras partidarias, ni grupos económicos y/o personas a las que deba favores políticos o el pago de mi campaña electoral, que puedan condicionar mi determinación de defender lealmente los intereses de la ciudad, si resultase electo para el cargo de Intendente para el que me postulo.

 

 

 

Conozco cabalmente los problemas de nuestra comunidad, especialmente sus déficits de infraestructura urbana y rural, sus dificultades para generar un ambiente propicio para el desarrollo y la integración productiva, sus insuficiencias para garantizar el acceso fluido a la tierra urbana y la vivienda, sus complicaciones en el ámbito de la seguridad ante los hechos ilícitos, sus carencias en salud, educación, promoción de la cultura, sus debilidades medioambientales, solo para mencionar algunas de las materias que es necesario abordar la problemática y resolverla con diligencia.

 

 

 

Tenemos un plan de gobierno viable y realizable con propuestas bien pensadas para una temática muy amplia de necesidades insatisfechas.

 

 

 

Estoy convencido que Esperanza debe volver a creer firmemente en sí misma, debe volver a darse un proyecto que le permita renacer como ciudad inspiradora, modelo, que alguna vez fue.

 

 

 

La historia nos cuenta que quienes la fundaron convirtieron en los 60 años que transcurrieron entre 1856 y 1916, al monte y la nada, que es lo que era por entonces la tierra que habitamos, en una ciudad pujante que llegó a ser la tercera ciudad de la provincia y que fue en ese momento, un ejemplo nacional de integración humana y desarrollo social y económico.

 

 

 

Si recuperamos la memoria y nos animamos a soñar con el futuro que deseamos, plasmándolo en un proyecto en cuya gestación participemos todos y nos comprometemos a hacer cada uno lo que le corresponde, podremos convertir ese sueño en realidad. De nosotros depende.

 

 

 

Desde el punto de vista político nos encontramos en una instancia de fin de ciclo. Deberemos elegir entre continuismos que sigan profundizando nuestras carencias o proposiciones de planificación para hacer lo que hasta ahora no se hizo o se hizo de modo insuficiente.

 

 

 

Podemos elegir a quienes serán candidatos para la elección de Setiembre por bandería partidaria, por la influencia de un costoso marketing político, o por la toma de conciencia de qué nos conviene como habitantes de la ciudad. No es tiempo para novatos o improvisados en la gestión de los intereses públicos. Es tiempo para convocar a dirigentes que acrediten tener los conocimientos necesarios para el buen gobierno, la experiencia para tomar las mejores decisiones, la independencia y el temperamento para resistir las presiones de quienes quieren imponer la satisfacción de intereses particulares por sobre los de todos.

 

 

 

Dios nos bendiga y nos ayude a elegir a los más aptos para ser candidatos en las elecciones PASO del próximo 16 de Julio.

Con gratitud por prestar atención a estas palabras, con la cordialidad y el respeto que se merecen, los saluda.

 

 

 

 

 

Gabriel Albarracín

 

 

 

 

CARTA ABIERTA DECISIÓN ELECCIONES GABRIEL ALBARRACIN
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