Mediante una subasta pública que ordenó el Juzgado de Circuito Nº19 y que ejecutó el Martillero Público Cristian Bergamasco, se concretó esta mañana la venta del edificio ubicado en Pueyrredón y Rivadavia que pertenecía a la Asociación de Obras Sociales de Esperanza, hoy en proceso de liquidación.
El monto de la operación fue de $ 1.650.000 y el adquirente es un empresario esperancino dedicado al rubro comercialización de pinturas.
Los acreedores, entre ellos 11 empleados, esperaban un precio mayor de venta teniendo en cuenta que el monto total de deudas judicializadas que figuraban en la convocatoria de subasta llegaba a los $ 4 millones de pesos.
De ahora en más se espera la oficialización de la subasta por parte del juzgado, la tarea de asignación a su nuevo titular y la determinación del futuro de la sede de ANSES Esperanza que aún hoy funciona en el primer piso de ese edificio.
Quienes buscarán su mayor resarcimiento son los once trabajadores de ADOSE que se consideran despedidos y que esperan percibir la indemnización que les corresponde.
TRISTE FINAL
Se cierra de este modo una historia triste para el sindicalismo esperancino. Los trabajadores de todos los gremios y el público en general usufructuó los beneficios que brindaba la tradicionalmente conocida "farmacia sindical". Algunos representantes gremiales jugaron hasta el final por el sostenimiento de este beneficio mientras otros quitaron su apoyo y promovieron "ventajas" a farmacias privadas.
Hoy quien pierde definitivamente la posibilidad de esos beneficios es el trabajador esperancino.