"No podemos seguir viviendo así. Tiros, incendios, robos, terrenos usurpados y nadie hace nada" expresa un vecino preocupado por la situación que están padeciendo.
Los hechos violentos se producen en un predio del ferrocarril Belgrano Cargas (hoy transferido al municipio) donde se asentaron diferentes familias, algunas trabajadoras y otras con problemas con la justicia por diferentes delitos. La llegada de grupos de foráneos es permanente y las diferencias se estarían expresando entre tiros y fuegos intencionales.
Este sábado y lunes tomaron fuego al menos tres viviendas y las pérdidas fueron totales. Los bomberos para ingresar al lugar fueron acompañados de una fuerte presencia policial.
Las denuncias personales y los llamados al Comando Radioeléctrico de los vecinos al predio son permanentes, pero la policía demora horas en llegar o les explican a los vecinos que no pueden actuar.
Sufren robos, nadie deja la casa sola y la situación de tensión es permanente. Los tiros se escuchan a diario pero en la noche del domingo fueron muchos más.
En voz baja señalan a políticos de diferentes sectores que no sólo alentaron el asentamientos sino que asisten a los usurpadores con alimentos y la entrega de servicios públicos como la energía, de manera gratuita. Desde el área municipal de asistencia social aseguraban eL año pasado tener censadas a las familias para coordinar traslados con diferentes programas sociales.
Los vecinos que con mucho sacrificio compraron lotes y construyeron sus viviendas en la zona señalan ese lugar como el originario de todos sus problemas de robos y preocupaciones.
"No podemos seguir así, dicen que sólo si hablamos en los medios de comunicación los políticos van a hacer algo, pero si salimos a quejarnos, nos conocen y nos vienen a amenazar o a robar, estamos muy preocupados, esto no es vida", expresaron a EDXD.
Delicada situación social, permisividad política por conveniencias electorales y la llegada de delincuentes conformaron un combo explosivo que necesita una respuesta no sólo para los afectados, sino para toda la ciudad que mira atenta como se puede atacar el mérito y el ejemplo de superación con asistencialismo permanente y silencios cómplices.
