Buschiazzo comentó que en la Iglesia Evangélica “se reciben donaciones de ropa y calzado para entregarle a la gente más humilde”. “Anualmente ayudamos a unas 300 familias que se acercan a nuestra congregación y en las celebraciones dominicales se recolectan alimentos que son entregados a particulares que vienen a pedir este tipo de ayuda, pero especialmente se los damos al Centro Familiar”, agregó.
Aseveró que “este año en particular hubo mucha demanda de ropa, con lo cual se hace patente que la necesidad es mucha; y también la solidaridad se ve limitada por la situación que vive nuestro país donde la gente prioriza la alimentación y no renueva tanto su guardarropa”.
En declaraciones realizadas a la CSC Radio, sostuvo que “hay mayor cantidad de gente en situación de vulnerabilidad en la ciudad” y explicó que “la tendencia es que las ciudades crezcan, eso no es malo; pero el desafío es interrogarse sobre cómo nos preparamos para recibir a estas personas, que ubicación le damos, si tienen inserción social, vivienda, etc”.
“En las grandes ciudades crecen los cordones marginales, lo cual es un gran problema para toda la comunidad, por ello hay que organizarse como comunidad, como gobierno, como municipio para contener a aquellas que vengan de afuera y quieran arraigarse aquí, ya que las instituciones intermedias se ven desbordadas”, reflexionó.
Y agregó que “del mismo modo, todo el sistema educativo, de salud, de acción social se ve colapsado cuando la demanda de gente aumenta en la ciudad, porque no hay una planificación de estas cuestiones. Justamente en este tiempo de elecciones, esto debería ser un tema de debate de los políticos para definir cómo se responde a esta necesidad social que hay, sobre todo en los sectores más vulnerables”.
Para recibir las donaciones de ropa, dijo que “hay un grupo de mujeres que atiende los lunes de 15 a 18, pero las colaboraciones se pueden acercar durante toda la semana a la oficina pastoral”.
Redacción: Ayelen Waigandt – CSC Radio