Sólo Rubén Pirola le saca ventaja al resto de los dirigentes de Las Colonias y puede mostrar con votos que su mensaje de construcción colectiva, presencia y esfuerzo compartido es aceptado por la gente.
En la ciudad, pocas veces estuvieron tan parejos en los resultados entre los dos frentes y a diferencia de las elecciones legislativas del 2013, es la oposición la que muestra la engañosa chapa de ‘más votados’. No siempre quien luce ese cartel termina ganando la general.
La polarización marca la elección y toma a proyectos políticos como los de Bruno Rossi, Guillermo Bonvín o Sergio Bendahan con una cuesta mucho más dura de remontar.
Rossi presentó el proyecto más concreto y serio de acción en seguridad pública que es la mayor preocupación ciudadana, pero sin embargo, no pudo transformar aún ese esfuerzo en votos. Bonvín no jugó la primaria y si todavía está ‘elongando para la carrera’ habrá advertido que sus competidores le sacaron varios metros.
Bendahan no podrá bajar los brazos porque si no su partido desaparece. El PDP tuvo un alto perfil crítico con De Pace y por pocos votos no fue gobierno en los primeros años de este siglo. Sin embargo con Meiners en el Ejecutivo su rol fue más conformista, la intendenta los abrazó y de allí en más no supieron como diferenciarse para ser la tercera opción. Ese proceso está directamente relacionado con la pérdida de votos y el crecimiento de Pro, 100% y el socialismo.
Hoy las reuniones se suceden, los debates continúan y todos aconsejan los pasos a seguir para cada uno de los interesados y protagonistas.
Perder más de 2.500 votos siendo gobierno es una señal de alerta para el justicialismo que está en estado de ebullición y mucho más si quien se adueñó de la elección es una persona que no para de charlar con la gente y decir que si se quiere, se puede.
La intendenta, hasta el momento, no supo cómo reaccionar ante el golpe y por lo que se ve recurrirá otra vez al pasado para diferenciarse, victimizarse y hablar del presente en estado de conformismo. Hasta el momento Ana Meiners no tuvo ninguna reacción política para que el vecino entienda que escuchó el mensaje de las urnas y está dispuesta a cambiar. Algunos esperan señales para esta semana.
Un gabinete sin contacto con la gente e instituciones intermedias cooptadas con simpatizantes políticos, terminan aislando de la realidad a los dirigentes que deben tomar las decisiones importantes. Así las promocionadas reuniones participativas son sólo fotografías lejanas a las preocupaciones del esperancino.
El no poder concretar el 1% de la promesa de 5.000 lotes se convirtió en una espada de Damocles que condiciona todas las promesas por hacer para una intendenta que debe recuperar el liderazgo de gestión.
Cammisi en cambio buscó transformarse inmediatamente en el líder de todos los opositores, entendió que la mayoría de los votantes impulsan un cambio generacional y evitó triunfalismos. Sin embargo en el día después, respondió provocaciones. Su desafío es demostrar que no es ni Fascendini ni De Pace y que tiene autonomía política.
El ganador de las elecciones le puso cimientos a su discurso y no paró un minuto de hablar, debatir mano a mano con vecinos y convencer que se puede estar mejor. Fue el esperancino más votado y con eso también podrá diferenciarse de quienes dentro de su propio partido lo ayudaron poco, quizás cegados por el poder, el dinero o la envidia. También allí Cammisi lidera un cambio generacional.
Hasta el momento todos los dirigentes radicales que enfrentaron al fascendinismo fueron cooptados o murieron en el intento. Habrá que esperar para conocer si el grupo de jóvenes radicales que trabajaron con Celano y Lombó terminarán como FormaR o marcarán un nuevo camino.
OTRA CAMPAÑA POR LAS BANCAS
Marcelo Dellaporta fue el más votado y si se mantendría la proyección de votos sería el socialismo la tercera fuerza de la ciudad. Para evitarlo Becchio, Oggioni, Pruvost y hasta Theler trabajarán distinto en la campaña que se larga en pocos días.
La elección legislativa con boleta única cuando se decide intendente es la compulsa de votos más dinámica de la ciudad y este es el antecedente que todos utilizarán para revertir la primaria.
Nadie ganó nada. Quizás Dellaporta y Theler pueden aparecer como los números puestos para acceder a una banca pero nada está confirmado.
Tampoco nadie ganó nada en la votación a intendente. Por lo visto, lo que viene es una campaña distinta a todas, con poco proyecto y mucha imagen, poca sustancia y más slogan, menos desarrollo técnico y mucho facebook.
El 14 de junio podremos saber si los votos de Celano se quedaron en el Frente Progresista, si Bonvín, Rossi o Bendahan serán protagonistas, si Cammisi es capaz de enamorar a más gente o si Meiners puede revertir este traspié.
En una ciudad relativamente pequeña como la nuestra el ciudadano cuando vota, elige algo más que un partido político o una persona y esa es la clave del nuevo tiempo político.
j.z.