El contador esperancino Carlos Correa analizó la realidad económica con los vaivenes del dólar y la inflación que el gobierno no logra frenar.
En diálogo con la CSC Radio, Correa analizó que “la realidad le está pasando por encima a la economía y a las decisiones políticas y está mostrando lo que debería ser y lo que es en función de lo que se está haciendo; concretamente hay un déficit fiscal enorme o sea que el Estado sigue gastando mucho más de lo que le ingresa y la única solución que tiene para resolver este problema es la emisión monetaria, lo que hace que el dólar que pagan las empresas que pueden acceder de forma legal a la divisa lo estén pagando a 310 pesos que es el contado con liquidación”.
“Mientras tanto, el gobierno pretende decirnos que un dólar de 127 pesos es competitivo para la importaciones argentinas y que no hay restricciones a las importaciones ni cepo cambiario. Mientras tanto se siga negando de una manera tan burda la realidad, indudablemente nos lleva a lo que pasa hoy: que todo el mundo se quiere salvar, que se entregan mercaderías sin precio o no se entregan, o que hay aumentos de hasta el 60% en algunos rubros puntuales y específicos”, cuestionó.
El profesional mencionó en este contexto que hay comercios que prefieren cerrar por vacaciones o como sucedió con la fábrica de tractores y colectivos Agrale, que decidió cerrar su producción hasta fin de año. “Además el gobierno no cuida ningún detalle porque en los titulares se informa que hubo una flexibilización en el cepo o la restricción a la importación pero en el detalle de la noticia se consigna que eso está reservado exclusivamente para las empresas energéticas, autopartistas y otros tres o cuatro específicos, y la flexibilización consiste en permitir que lo que se compra en el exterior se pague a los 60 días en vez de 180 días. Pero la realidad es que cualquier empresa importadora, que compra en el exterior, tiene que poner el dinero antes de que le embarquen la mercadería en origen, sea China, Estados Unidos o cualquier país; nadie da 60 días para pagar la mercadería porque el crédito argentino está por el piso y nadie tiene una cuenta corriente abierta”, criticó.
Agregó que “cuando hay un piso de 240 pesos para el dólar turista, con un aumento del 35% al 45% de la percepción o el pago a cuenta de ganancias o bienes personales del consumo en moneda extranjera, o un dólar ahorro que está en 225 o 230 pesos, tener ese mamarracho del dólar oficial a 127 pesos no sirve de nada, sino por el contrario genera todo lo que está generando con una inflación totalmente desbordada”.
“La realidad es que el importador, los que traen insumos de afuera que son imprescindibles para fabricar un producto final que es para la industria, no puede importar y se ve paraliza cierta parte de la cadena productiva, y eso lo están sufriendo algunas fábricas de Esperanza de manera importante. Esto se suma a una inflación que está totalmente desbocada y todo lo que se dice o se hace desde el gobierno lleva a más incertidumbre y a más inflación”, refirió.
“Estos procesos ya los vivimos y no puedo creer que no se haga nada en consecuencia y que por el contrario se bata el parche planteando la necesidad de un salario básico universal que tiene un costo de cientos de millones de dólares por año que no están. Seria agregar más nafta al fuego que ya tenemos. En los países más desarrollados del mundo se discute esto del salario básico universal y no se puede implementar porque implica un gasto para el Estado que ni las economías más desarrolladas del mundo pueden soportar”, lamentó Correa para concluir.