"En la Cruz es el Señor que nos regala la demostración más grande de amor, porque como dijo Jesús en la última cena, no hay amor más grande que dar la vida por los amigos" dijo Axel Arguinchona en el cierre del Vía Crucis Convergente en la Basílica Natividad.
El presbítero insistió en su mensaje "Jesús dio la vida para que tuviéramos la salvación, Jesús nos ha regalado su vida para que tuviéramos vida eterna y eso nunca tenemos que olvidarnos, ¡Qué grande que es el amor de Jesús!"
Cada una de las capillas que componen la jurisdicción de la Basílica Natividad llegaron peregrinando hasta el templo mayor con el Vía Crucis y compartieron la última estación todos juntos. Llegaron desde distintos puntos de la ciudad como la Escuela Estrada, la Capilla San José Obrero, la Capilla San Cayetano y la Capilla San Pío de Pietrelcina.
El clima sorprendió a todos con un poco de lluvia en la noche de la ciudad, pero no fue obstáculo ante la fe y el encuentro.
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