Finaliza el 2013 y deja otro tiempo sin avances en el Canal Alem que divide la ciudad y profundiza los problemas sanitarios para miles de esperancinos.
Lleva el nombre de la calle que cruza de este a oeste y divide el barrio norte y la ciudad. Está a 13 cuadras de Plaza San Martín y su entubado fue prometido por todos los intendentes. Fascendini, De Pace y Meiners prometieron cerrarlo y urbanizar sobre su canalización. La actual intendenta hasta celebró la inclusión de su obra en el presupuesto nacional, pero evidentemente le faltaron gestiones para concretarlo.
Hoy está allí ganándole terreno a la calle y a propiedades privadas. Los yuyos ocultan su peligrosidad pero por sólo citar un ejemplo de lo que se vive en el Club Sportivo, su propiedad privada ya está amenazada por el derrumbe y la barranca sigue avanzando.
El profundo canal Alem crece en tamaño, suma peligrosidad al tránsito y a la salubridad de los esperancinos.
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