El Apostolado de la Oración de la Basílica de la Natividad de la Santísima Virgen, informa que lleva a cabo la segunda Campaña del Detente. "Detente, el Sagrado Corazón de Jesús está conmigo".
La entrega gratuita de detentes se realizará el viernes 03 de mayo al finalizar la misa de las 19:30 y al finalizar la misa de las 19:30 del domingo 26 de mayo.
Además,desde el grupo de Apostolado de la Oración, informan que la novena del Sagrado Corazón de Jesús comenzará en la Basílica de la Natividad el martes 29 de mayo.
Las personas que deseen consagrarse al Corazón de Jesús, podrán informarse e inscribirse para la imposición de medallas en la Secretaría de la Basílica. La imposición se realizará el viernes 7 de junio en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús en la misa de las 19:30.
El “Detente” es un refugio y un escudo para librarnos de las tentaciones del maligno.
Jesús tuvo una incesante lucha contra el mal espíritu y venció gracias a la confianza en su Padre Celestial. Nosotros también luchamos para no caer en la tentación. La condición del cristiano es la de un luchador constante y, como soldados de Cristo, debemos instaurar su Reino en este mundo.
El “Detente” lejos de ser un talismán mágico es un signo de nuestra confianza en el poder del Señor Jesús. Miramos su Divino Rostro y nos sentimos apoyados por tan dulce mirada. Abrimos nuestro corazón delante de esos brazos que siempre están abiertos para recibirnos y perdonarnos.
El “Detente” se pude usar en la ropa o en el auto, no hace falta ninguna imposición especial. La confianza en el Sagrado Corazón de Jesús es suficiente para experimentar los efectos de su Divino Amor y protección.
El Origen del Detente
Santa Margarita María de Alacoque escribía a la Madre de Saumaise, Superiora de la Visitación de Dijón: "Nuestro divino Maestro me ha dicho que desea y quiere que se hagan imágenes pequeñas de su Divino Corazón, para que aquellos que quieran honrarlo las puedan llevar sobre sí”.
El “Detente” corresponde a una de las 12 promesas que hizo Jesús a Santa Margarita María cuando le reveló su Sagrado Corazón: “Seré un refugio seguro durante la vida, y sobre todo en la hora de la muerte”. ¡Qué mejor refugio que el Corazón de Jesús! En ese Corazón se encuentran los divinos tesoros de la misericordia y el perdón de Dios Padre que en Jesús reconcilia a toda la humanidad. El Corazón de Jesús es fuente incesante de donde mana el Espíritu Santo para dar vida a la Iglesia.
Esta práctica recomendada por Santa Margarita al principio fue conocida sólo en las comunidades de la Visitación. Fue la Venerable Ana Magdalena Rémuzat, salesa de Marsella, quien la hizo conocer fuera del claustro. Habiendo sabido por revelación hacia 1720, que iba a desencadenarse una gran peste en Marsella, por inspiración divina prometió que los atacados encontrarían auxilio prodigioso en esa devoción al Sagrado Corazón.
La Santa religiosa ayudada por sus hermanas preparó a mano millares de pequeñas imágenes de este Corazón con la inscripción "Detente el Corazón de Jesús está aquí". La historia narra que en efecto el azote se detenía muchas veces como por milagro ante dicha imagen protectora. Desde entonces la práctica se extendió a muchos países. En 1748 el Papa Benedicto XIV envió muchos de estos detentes a la Reina de Francia. Y consta que en la revolución francesa innumerables fieles se colocaron con el detente bajo la protección del Corazón de Jesús.
EL DETENTE significa: ¡Detente!, demonio, tentación, pasión, peligro, enemistad, tristeza, penas, enfermedad, muerte, infierno…que el Corazón de Jesús, mi Dios, mi Redentor, mi Amor, mi Esperanza, está conmigo…
Pío IX concedió 100 días de indulgencia a los que lleven el DETENTE.
Es una señal de fidelidad al Corazón de Jesucristo.
Es un blasón que nos ennoblece.
Es un muro que nos defiende.
Es un imán que atrae sobre nosotros las miradas y gracias de Jesús.
Es un pararrayos que aparta de nosotros los castigos de Dios.
Es una oración perenne por nosotros de Jesús, suplicante al Padre.
Es un corazón que late junto al nuestro.