El gobernador, Antonio Bonfatti, le confirmó al diario El Ciudadano que encabezará la lista de precandidatos a diputados del Frente Progresista Cívico y Social acompañando al senador socialista Miguel Lifschitz quien el lunes, en la sala de ATE Casa España lanzará oficialmente su postulación a la Casa Gris. “Es un acto fuerte de apoyo” le dijo Lisfchitz esta mañana a El Litoral quien recordó que hay tiempo hasta el 13 de febrero para cerrar las listas.
La confirmación, Bonfatti la hizo a pocas horas del acto de Lifschitz y después de la presentación del espacio conducido por Mario Barletta, Rubén Giustiniani y Pablo Javkin para competir dentro del Frente Progresista.
La decisión es una fuerte jugada política a varias puntas: el Frente aspira a retener la provincia y al menos ser mayoría en Diputados y no repetir lo que está viviendo desde el inicio de la actual gestión donde el Frente para la Victoria ostenta 28 de las 50 bancas. Voceros socialistas aseguraron que la candidatura de Bonfatti no será testimonial. El actual gobernador tuvo una mala experiencia cuando fue candidato a concejal de Rosario, ganó y se quedó como secretario de Gobierno de la gestión municipal de Hermes Binner. Aún hoy admite que eso fue un error y todavía recuerda los reproches ciudadanos. También está planteada como un desafío al díscolo socialista Rubén Giustiniani quien podría encabezar la otra lista en la primaria. Si es así, se repetiría la contienda de 2011 en la categoría gobernador con resultado ya conocido. Además, la postulación de Bonfatti deja más tranquilos a los aliados que aspiran a colocar diputados. Socialistas, GEN, Pares, SI ya dieron su apoyo mientras que el PDP analiza estar en ese esquema. Lifschitz sabe que tendrá también apoyo de sectores del radicalismo e incluso crece el rumor de que un actual ministro del gabinete será su compañero de fórmula.
El miércoles fracasó el último intento de evitar la interna. Dirigentes radicales y socialistas protagonizaron una corta reunión en adyacencias de la Legislatura. “Estiraron demasiado la cuerda, no hay vuelta atrás”, dicen que fue el planteo socialista. No había más nada que hablar.
El Litoral