El párroco de la Basílica de la Natividad de la Santísima Virgen, padre Axel Arguinchona, destacó que la Semana Santa “debe hacerse realidad en nuestras obras” porque “como dice la Palabra de Dios, la fe sin obras está muerta”. Sobre las primeras impresiones que le causó Esperanza, a un mes de su llegada, dijo haberse sorprendido gratamente con “lo hermoso de los corazones abiertos en todos lados, la sonrisa de la gente, el abrazo, el apretón de manos y escuchar un Bienvenido Padre”. Este viernes, a las 19.30 horas, se realizará el Vía Crucis convergente desde las distintas capillas de la ciudad.
En diálogo con el programa “A primera hora” de la CSC Radio, el sacerdote explicitó que en este Jueves Santo “la Iglesia de todo el mundo recuerda la institución de la Eucaristía y también el mandamiento de la caridad, cuando Jesús se pone de rodillas frente a los apóstoles para lavarles los pies”. “Es un día muy especial porque es la alegría de la Eucaristía, el cuerpo y la sangre de Jesús, pero también es el compromiso del amor, de ponernos de rodillas frente a los demás para servir, no para servirnos de ellos”, afirmó.
Resaltó que este viernes “se recuerda la Pasión y la Muerte del Señor, para finalmente el domingo decir Felices Pascuas, es decir el paso de la muerte a la vida, y eso es lo que nos viene a regalar el Señor Jesús: la alegría de la Resurrección”.
Entre las actividades que se desarrollarán por la Semana Santa en la Basílica, detalló que “el viernes a las 8.30 horas habrá momento de oración y laudes, y el Oficio de Lectura para luego tener confesiones. A las 15 horas, en el momento en que Jesús entrega su vida, se celebrará la Pasión del Señor y la Adoración de la Cruz”.
Explicó además que el Viernes Santo “es el único día en que no se celebra la misa porque Jesús ha muerto pero se realiza una celebración en la que se adora la cruz, se celebra la Pasión y se da la Eucaristía. A las 19.30 horas desde las distintas capillas y la Escuela “José María Estrada” partirá el Vía Crucis convergente para llegar a la última estación en la Basílica”.
Mensaje a la comunidad
“Lo que se celebra el Jueves Santo no es un hecho para dejarlo en el baúl de los recuerdos, sino que tiene que hacerse realidad en nuestras obras. Como dice la Palabra de Dios, la fe sin obras está muerta; por eso al celebrar hoy el anuncio tan lindo de un Jesús que nos deja su cuerpo y su sangre, también se celebra el mandato nuevo del amor: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado”. Por eso venir a celebrar el Jueves Santos es prepararnos para un compromiso concreto y real: en la familia, en las instituciones, en la comunidad, en todo momento y lugar”, reflexionó el cura.
En ese sentido, agregó que “el “no te metás” no puede existir en la vida de un cristiano, el borrarse del compromiso cotidiano no puede existir en un hombre o una mujer de fe, porque como dice el Papa Francisco tenemos que cuidarnos entre nosotros. El Papa nos pide una Iglesia de puertas abiertas para que ingresen todos y para que no nos quedemos en la sacristía sino para que salgamos al encuentro de todos”.
Consultado por sus impresiones a un mes de haber llegado a Esperanza, afirmó: “Seguiré caminando la ciudad y espero ir conociendo de a poco a todas las instituciones y a la gente para seguir construyendo el Reino de Dios, con los creyentes y los no creyentes porque el mensaje de Cristo es para todos”.
Dijo haberse sorprendido “con lo hermoso de los corazones abiertos en todos lados, la sonrisa de la gente, el abrazo, el apretón de manos y el escuchar un “Bienvenido Padre”, me ha sorprendido gratamente”.
Ayelen Waigandt