Radicales y socialistas fueron funcionales a los deseos del justicialismo de lograr un importante aumento de los impuestos locales. (Por José Zenclussen)
En la última sesión el socialismo acordó con el PJ un aumento del 37% para la Tasa General de Inmuebles y un 25% para el resto de los trámites y derechos administrativos que cobra el municipio. Sumaron cuatro votos de siete y dieron el aumento pedido por el DEM.
El radicalismo podrá argumentar: “no votamos este impuestazo”, aunque en realidad sí lo votaron. La jugada de diferenciación puede ser para evitar la foto de la mano alzada pero sus tres concejales se sentaron y dieron el quorun necesario en las comisiones y en la sesión.
Por más que se diga que no acompañaron ese aumento de impuestos, el planteo tiene “patas cortas”. Si verdaderamente se hubieran opuesto al tarifazo tenían la potestad legislativa de no ingresar al recinto y sin los concejales radicales los otros cuatro (3 PJ y un PS) no podrían haber sesionado.
Radicales y socialistas fueron tan proactivos como los justicialistas para actualizar la tasa en un 37%. La intención de los Fascendini Boys es decir que ellos no votaron el aumento, aunque lo acompañaron.
No sólo eso, entre todos los bloques se comprometieron a analizar una nueva base tributaria para la ciudad, lo que significará un segundo aumento de impuestos en el año. A tal punto llega el compromiso de acompañar a Meiners en su pedido de aumentos de impuestos que se comprometieron a terminar el nuevo proyecto en un plazo de 90 días.
Para aparecer que se oponía a algo el Socialismo dijo no acompañar la creación de la nueva estructura orgánica municipal por inoportuna.
EL FRENTE QUE SE DOBLA
Que se doble, pero no se rompa. Si bien se presentaron en las elecciones como Frente Progresista a las dos fuerzas les conviene diferenciarse en los modos.
El socialismo dirá que impuso su criterio y evitó un aumento mayor. El radicalismo que no lo votó aunque acompañó participando de la sesión.
Mientras tanto desmentirán rupturas políticas y cada sector argumentará posiciones, ambas, funcionales al kirchnerismo local. Lo mismo sucedió con el PDP, por ejemplo, cuando Oggioni propuso interpelar a un Secretario de Meiners y despues se desdijo y votó junto al PJ para protegerlo.
El Frente Progresista no existe como tal en la ciudad, sólo es una asociación política electoral.
UN POCO DE MEMORIA
Ganadores y perdedores de las últimas elecciones ya habían demostrado que pueden llegar a otro acuerdo que termina pagando la gente: Todos los bloques levantaron la mano a fines de noviembre para aprobar una sexta cuota de la patente automotor cuyo 90% del valor ingresa directamente a las arcas municipales.
Recordemos que la sexta cuota de patentes fue casualmente aprobada en la misma sesión en la cual el justicialismo acompañó la rendición de gastos de la gestión Cammisi del 2014 como presidente del Concejo Municipal. ¿Hoy hay otro toma y daca que paga la gente?
Durante buena parte de la campaña del 2015 los dirigentes radicales hacían alarde de cumplir un rol político que defendía “el bolsillo” de la gente. Hoy dirán que no pueden ocultar la inflación porque el municipio deja de funcionar. ¿Qué pasó en el medio?
No sólo el aumento de tasas, derechos, tributos y patentes fue acompañada por el radicalismo; también el aumento de gastos con la creación de un nuevo gabinete que jerarquiza dos subsecretarías transformándolas en secretarías y crea una nueva secretaría (la novena) para “planificar” la ciudad. (Aseguran que este último es un cargo a medida del incompetente Blangini).
¿Cambió algo para dejar de lado la crítica posición al justicialismo y acompañarle todos sus pedidos? Votaron en dos sesiones anteriores también la redirección de partidas y la quita de obras menores en un 25% para pasarlas al gasto corriente.
¿Hay algún acuerdo oculto para la sociedad o es simplemente ‘madurez’ política? Cuesta creer el cambio de discurso y acción de dirigentes que antes se oponían a todo y ahora apoyan todo.
No encuentran puntos medios y allí la mayor sorpresa política. La sorpresa económica, la tendrá la gente con la próxima boleta.
José Zenclussen