La directora de la Sala Cultural Independiente “La Juana”, Adriana Allende, analizó la acuciante situación que se vive en este contexto en que no pueden trabajar desde hace tres meses.
En diálogo con la CSC Radio, Allende marcó que “desde el primer momento en que decidimos abrir un centro cultural hemos venido de cimbronazo en cimbronazo y no ha sido fácil el camino porque la pasión y el amor para hacer las cosas están pero siempre los cimbronazos vienen del lado económico”.
De todos modos, destacó que “hemos sabido agudizar el ingenio para poder continuar y en ningún momento bajamos los brazos”.
Asimismo, planteó que “lo más preocupante es que desde los mensajes gubernamentales ni siquiera se mencione a los centros culturales ni a las actividades relacionadas, e incluso de institutos de enseñanza que pagamos impuestos, alquileres y demás, y que no nos dejen dar funciones se puede sobrellevar pero que no nos permiten dar clases, hace que la situación se ponga muy brava”.
En cuanto a la situación económica apuntó que “en general los centros culturales estamos al día, no nos da para ahorrar y salir al frente de una situación imprevista, e incluso hasta en muchos casos endeudados de un año para otro y siempre viendo la posibilidad de producir más para poder saldar la deuda del año anterior”.
Puntualmente sostuvo que “La Juana paró un mes que fue el más crítico en abril y luego se comenzó con ensayos virtuales, porque las clases de teatro es imposible que sean virtuales, y los alumnos colaboramos para poder solventar parte de los gastos del espacio que está improductivo, desde hace tres meses cerrado”.
En cuanto a la ayuda estatal, consideró que “lo que se ofrece no está a la altura de las circunstancias para quienes tenemos que pagar el sostenimiento de un espacio” y ante ello “aparece el ingenio agravado”.
Al respecto, comentó que “aparecieron muchos planes de ayuda económica pero en el caso de La Juana estamos con el Instituto Nacional del Teatro que es quien más nos ha respondido hasta el momento”. “Personalmente, me presenté en todo lo que se ha podido para gestionar ayuda económica, en cuanto a la apertura del espacio la semana pasado me convocaron para hacer un pedido pero me pareció que no era el momento porque estaban los comercios y los bares pidiendo apertura que están en una emergencia mucho más grave que la nuestra, y esperando que nos llegara el momento pero hasta ahora no hubo nada”, refirió.
En ese marco, pidió “un cierto grado de coherencia” y planteó que “si pueden abrir los gimnasios, y se pueden reunir 10 personas en una casa a comer el fin de semana como están habilitando ahora, cómo no nos vamos a poder reunir varias personas con la medida protocolar correspondiente a hacer un ensayo de lectura; o las clases de música y de canto que son individuales”.
Y reclamó “que nos dejen trabajar, que nos permitan abrir para solamente poder pagar y sostener el espacio, ni siquiera es para vivir”.