«Hace un tiempo la situación era caótica y ahora pasó a ser terminal» dijo Alberto Calabrese. Tras la movilización que se efectuó hace quince días, titulares de gimnasios e institutos de formación física, centros de yoga, danza, pilates y similares, no tuvieron repuestas al pedido de reapertura en el marco del aislamiento por la pandemia y este jueves a las 11 horas volverán a manifestarse frente al municipio local.
En diálogo con la CSC Radio, uno de los referentes del rubro en Esperanza, Alberto Calabrese, advirtió que “hace un tiempo la situación era caótica y ahora ya pasó a ser terminal” y graficó que “si bien algunos rubros comerciales tuvieron una apertura parcial no significa que le hayan dado vida sino que los han puesto en una situación de agonía porque la situación de la economía general de la ciudad es agonizante ya que funciona a un ritmo mediano”.
Para ejemplificar, mencionó que “en marzo, previo a la situación pandémica, todos estábamos viviendo en una economía de supervivencia y aunque ahora puedan abrir y funcionar a un 20, 30 o 40% de lo que era en marzo, están condenados también”.
Puntualizó que “el rubro gimnasios no implica solo aquellos lugares que se pueden asociar con cierto despliegue deportivo sino que abarca a los centros deportivos y también a los centros de yoga, pilates y danzas, que ya estamos en la semana 10 de inactividad y cero facturación”. Al respecto cuestionó que eso “no va acompañado de la mano de ese latiguillo que nuestros gobiernos nacional, provincial y local gustan usar hasta el hartazgo que es el Estado presente”.
“El Estado se hace presente con nosotros a la hora de venir ‘con el mazo dando’ y acá el Estado únicamente se ha hecho presente para perseguir, inspeccionar, sancionar y clausurar; estamos en un Estado policíaco, cuyo máximo referente es el estado local que está atormentando a los comercios, y no solo se ocupa que no abran los que no pueden por el decreto nacional, sino que a aquellos que abren los persiguen de manera cotidiana”, denunció.
En ese marco, cuestionó que “a ese mismo Estado policíaco y represor que nos dice con todo el rigor del cual es capaz que no podemos abrir, cuando le pedimos que nos compense al menos parcialmente los enormes gastos fijos que tenemos, comienzan con la burocracia y sacan los pies del plato”.
Respecto del planteo de privilegiar la salud para mantener el cierre de este tipo de comercios, Calabrese apuntó duramente: “El Estado nos toma por estúpidos o de suicida u homicidas, y en su rol paternalista mal ejercido cree que todos somos hijos bobos, que somos incapaces de entender lo que es una conducta sanitaria en esta situación de emergencia y que no sabríamos tomar los recaudos necesarios”.
Ante este escenario, planteó que “es un falso dilema plantear la vida o la economía” y apuntó que “el camino correcto es asumir la realidad pandémica y aprender a convivir del modo más seguro para toda la población posible que implica seguir viviendo casi normalmente tomando los recaudos sanitarios e higiénicos que correspondan”.
Finalmente, anunció que comerciantes de varios rubros “decidió volver a marchar para recordarle a los funcionarios que seguimos estando a la expectativa de sus decisiones, que hasta ahora no han sido más que decirnos quédense en casa y sigan empobreciéndose”.
Será este jueves 28 de mayo a las 11 en Plaza San Martín frente al municipio, y se invita a «todos los rubros comerciales de la ciudad que siguen cerrados, trabajadores independientes formales o informales que han visto su economía trastabillar en este tiempo».