La capital provincial del ecumenismo dio un nuevo mensaje de hermandad, respeto, tolerancia y convivencia. Un acto compartido entre sacerdotes y pastores sirvió de ejemplo de unión en comunidad más allá del credo y las diferencias políticas.
Este jueves 8 de setiembre se recuerdan los 160 años de la llegada de las primeras familias europeas a la Colonia Esperanza. Sus autoridades participaron de un acto que, como viene sucediendo desde hace varios años, lideran los pastores de las tres iglesias cristianas de la ciudad.
Esta vez la coordinación le correspondió a la Congregación Evangélica junto al Pastor Jorge Buschiazzo quien acompañado del Padre Axel Arguinchona de la Basílica Natividad de la Santísima Virgen y el Padre Alejandro Sabha de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de Antioquía compartieron un gran mensaje de respeto, unión y confraternidad entre los pueblos.
También estuvieron presentes los sacerdotes católicos Carlos y Marcelo y numerosas religiosas de la Congregación del Verbo Divino.
«Somos hermanos» reiteraron en sus mensajes que pronunciaron frente a las autoridades locales y sus propios fieles. El acto se realizó en Plaza San Martín junto a árboles que fueron plantados en oportunidad del Encuentro Nacional de Ecumenismo que se realizó hace diez años en la ciudad y junto a una vasija que fuera enterrada en la plaza en oportunidad de celebrarse los 150 años de la colonia.
Tras los mensajes llegó la inauguración de las placas recordativas y fue allí donde la intendenta Ana Meiners y el senador Rubén Pirola invitaron a todos a compartir el momento, lo hicieron con ese mismo mensaje de confraternidad al invitar a dirigentes de la oposición política, representada únicamente por la concejal Andrea Martínez.
María Rosa Theler, Víctor Elena y Eduardo Kinen, concejales del justicialismo, participaron del acto junto a los integrantes del gabinete municipal que tuvo asistencia perfecta.
Finalmente, tras la bendición de las placas, llegó en los símbolos prácticos el mejor mensaje de confraternidad: «Quiero darle un gran abrazo ecuménico a mi amigo, el Pastor Jorge» dijo Axel, gesto que fue celebrado con un fuerte aplauso y repetido por todos los pastores, religiosos y público presente.
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