El ex entrenador de fútbol del Club Unión y otros clubes de Liga Esperancina, Franco Gross, contó su experiencia en Andorra adonde llegó en diciembre de 2019 y hoy dirige el Fútbol Club Santa Coloma de la primera división de esa ciudad.
Mencionó que “se trata del club más grande históricamente del país. Hace 15 años que clasifica a competencias europeas y ganó ocho de las Ligas. Si salís primero clasificas a Pre Champions Ligue, si salís segundo clasificas a Pre Europa Ligue y si salís tercero clasificás a Conference Ligue”.
Sobre su destino, dijo que “al no tener doble ciudadanía, en Andorra la política migratoria es un poco más leve y me permitía poder hacer los cursos de entrenador UEFA, si bien tengo el Conmebol Pro que habilita para dirigir Copa Libertadores, Primera de Argentina y hasta la Selección, pero la verdad que en el mundo el título de entrenador que se busca es el de UEFA”.
Al respecto, reveló que ni bien llegado pudo cursar el primer año, en este 2021 ya cursó el segundo año y le quedan el UEFA A y el UEFA Pro para lo que seguirá en los próximos años. “Siempre confié mucho en mis capacidades como entrenador pero estando allá me di cuenta que si realmente quería dirigir y competir a ese nivel tenía que empezar a prepararme, por ejemplo en lo que es tecnología aplicada al fútbol, y demás”, analizó.
En cuanto a la experiencia de la pandemia, en declaraciones a Link TV dijo que “deportivamente me vino bien porque el primer equipo que me contrató en Andorra lo hizo como segundo entrenador, pero luego el entrenador se fue porque el equipo venía ultimo y estaba por descender, y a la pandemia la aprovechamos para trabajar por zoom y reafirmar conceptos, y con un equipo que había ganado solo dos partidos en el año, al regreso terminamos ganando cuatro de seis partidos, empatamos uno, y logramos clasificar a la Promoción que también ganamos y nos salvamos del descenso”.
Por otro lado, sostuvo que “en Europa es muy difícil contar con patios o terrazas así que pasar la pandemia en un departamento fue complicado, pero por suerte en un mes y medio más o menos ya se podía salir, aunque con restricciones y con barbijos para todos lados”.
