Con los votos de toda la oposición el proyecto fue devuelto a la Intendenta Municipal con la vigencia plena de todos sus artículos.
La decisión de Ana Meiners de vetar TODA la Ordenanza y no de manera parcial el único artículo observado, dejó en una encrucijada a los concejales: Si aceptaban el veto se caía el plan de pavimento.
Se podría haber modificado el artículo y consensuado con la intendenta la reforma del mismo, pero muchos concejales ya están en campaña y se sintieron afectados por las declaraciones de los funcionarios de la intendenta.
Ahora Meiners deberá buscar acuerdos y proponer cambios a ese artículo el año que viene para clarificar su redacción, pero el plan de pavimento fue aprobado tal cual se gestó como ordenanza inicial.
El mismo tiene errores que el grupo de concejales que integran Muller, Cammisi, Bonvín y Puig no advirtieron. La concejal Martínez les dijo en la sesión que hay cuadras incluidas en el plan que ya tienen ripio y que si Meiners cumple con la ordenanza les deberá volver a cobrar el nuevo plan de accesibilidad.
«Dije que el diseño del plan tiene errores en las calles, pero ustedes no me dejaron incorporar esas mejoras» dijo Martinez al grupo «felices los cuatro» desnudando la autoridad de la mayoría. También la concejal explicó que se podría clarificar la redacción del artículo 24 tan cuestionado, pero que priorizaba la realización de las obras para los vecinos y por ello rechazaba el veto.
Ahora el Ejecutivo va a contar con la ordenanza ratificada por los concejales y adelanta que judicializaría la situación. Por el bien de los vecinos convendría un diálogo sincero y menos amenazas.