La sesión está prevista para este viernes a la mañana y los cuatro concejales consagrados a las órdenes de otros, ratificarán el dominio político del poder legislativo local.
Como lo adelantamos el año pasado el acuerdo político entre el radicalismo que responde a las órdenes del ex vicegobernador de la provincia y el Pro liderado en la ciudad por Vladimir Roffinot, concretaron un acuerdo para repartirse los cargos más importantes del Concejo Municipal y diseñar juntos la estrategia electoral para ganar las elecciones y quedarse con la intendencia de la ciudad.
Ese acuerdo de rotación de autoridades colocó hasta el 10 de diciembre pasado a Cristian Cammisi como presidente del Concejo y a Mariano Puig como titular de la estratégica Comisión de Gobierno, el grupo que define «el ritmo» legislativo del cuerpo.
Finalizado el mandato de Cammisi como presidente, no podemos confirmar que se reduzcan los actos con fotos y entrega de certificados ya que el elegido para reemplazarlo es Guillermo Bonvín. Posiblemente Rodrigo Müller sea el presidente de la Comisión de Gobierno.
El grupo de concejales conocido humorísticamente como «felices los cuatro» fingen peleas, disputas discursivas y escenas de celos mediáticos; pero a la hora de las decisiones que interesan se pelean por obtener el diploma de «empleado del mes» frente a sus jefes políticos.
Cammisi, Bonvín, Müller y Puig votarán este viernes en tandem la elección de autoridades, dejando como simple espectadores a Ranaletta, Martínez y Elena y asignándolos a las comisiones de trabajo que a sus jefes se les ocurra.
La formalización de la elección de este viernes por la mañana es un nuevo capítulo en la construcción política local de Juntos por el Cambio que considera que entre esos cuatro concejales está el próximo intendente de la ciudad.
